Peñarol vuelve a entusiasmar a su gente. Después del golpe que significó perder el torneo el año pasado, los hinchas vuelven a recuperar lentamente la sonrisa. Lo hacen a través de un equipo que, desde la cancha, comenzó a apagar el incendio que generaban los dirigentes fuera de ella con una guerrilla de declaraciones cruzadas.
Para ello fueron necesarias dos cosas. Primero un asado que organizó el técnico Diego Aguirre y al cual invitó a directivos de todos los grupos para terminar con el combate. Y luego, la confianza que empieza a transmitir el equipo a través de los resultados.
Peñarol es líder del Torneo Apertura con puntaje ideal. Es el equipo que marcó más goles en las primeras cuatro fechas. Y tiene en Leo Fernández al jugador sensación del campeonato. ¿Pero cuáles son las razones que justifican este momento del equipo de Diego Aguirre?
Después de una pretemporada con amistosos que sembraron dudas y un periodo de pases tumultuoso, Peñarol se comenzó a fortalecer desde la Copa AUF Uruguay. En los primeros días de febrero el equipo aurinegro dio el primer paso eliminando a Boston River en octavos de final. Una semana después debió enfrentar a Liverpool, el rival que le ganó las finales del Campeonato Uruguayo 2023. Y Peñarol golpeó la mesa eliminando a los negriazules.
Esos dos triunfos potenciaron el ánimo del plantel de cara al inicio del Torneo Apertura. El sorteo del calendario le deparó a Peñarol iniciar las primeras fechas del certamen contra rivales que pelean el descenso. Para un equipo en construcción, el fixture era el ideal. ¿Motivos? El debut le marcaba visitar Melo, pero Cerro Largo se terminó metiendo en la boca del lobo fijando el Centenario. Luego le tocaron dos equipos que venían de la B como Miramar Misiones y Rampla Juniors. Y el pasado fin de semana enfrentó a Cerro que pelea por evitar el descenso.
Peñarol no desaprovechó la oportunidad y recordó la experiencia vivida el año pasado donde, contra equipos que no peleaba el torneo, terminó dejando puntos que le costaron el título.
Con el paso de los partidos, el técnico Diego Aguirre comenzó a delinear una oncena, un detalle que no es menor porque eso genera confianza en los futbolistas.
A modo de ejemplo, la defensa se cita de memoria: Brian Castillo, Leo Coelho, Guzmán Rodríguez y Maxi Olivera. Al margen de algunas falencias que mostró el equipo en el último sector, Peñarol tomó un solo gol en cuatro partidos. La duda que genera la defensa aurinegra es saber qué puede llegar a pasar cuando enfrente a un rival que la ataque.
Leo Fernández, el jugador del torneo
En el mediocampo, Peñarol encontró una fórmula que le permite progresar tanto a través de una sucesión de pases, con cambios de frente -para generar transiciones rápidas- o con pases filtrados.
El técnico Aguirre apoya su figura en un doble 5 que cuenta con un jugador de recuperación como Damián García y otro destinado a la generación de juego que, primero fue Gastón Ramírez, y tras su lesión ese lugar lo ocupa Leo Fernández.
Justamente la lesión de Ramírez trajo aparejado un cambio de sistema. Peñarol arrancó con doble 5, tres jugadores por delante y un solo punta (4-2-3-1). Pero cambió a doble 5, dos volantes por afuera y doble punta (4-4-2).
Leo Fernández se transformó en la sensación del campeonato jugando como doble 5. Tiene libertad de movimientos y genera desequilibrio cuando va por el callejón central, cuando asiste a los que van por bandas, o a través de las acciones de pelota parada. En este último rubro generó algo que no ocurría desde la época de Pablo Bengoechea: la sensación de gol cada vez que hay un tiro libre en las cercanías del arco rival.
La solidaridad de Maxi Silvera
En ofensiva, Aguirre encontró en la dupla que conforman Leonardo Sequeira con Maximiliano Silvera, la fórmula ideal para llegar y tener gol.
El pasado fin de semana Maxi Silvera rompió el maleficio de poder convertir su primer gol en el Apertura. Justo premio para el mejor delantero de Peñarol. Un jugador que es un canto al sacrificio y la solidaridad. Silvera es el delantero que sale del área para pivotear, generar juego y hasta da una mano en defensa. Sus movimientos provocan espacios para el resto de sus compañeros, sobre todo para Sequeira.
Bajo estas perspectivas, los aurinegros tienen generación de juego tanto por fuera como por dentro. Y cuando las cosas no salen, como contra Cerro, dispone de un ejecutante de pelota quieta como Leo Fernández que soluciona los problemas.
Peñarol va primero con puntaje ideal. Es cierto que el calendario lo pudo haber beneficiado en el inicio del torneo, pero ganar genera confianza. La real dimensión de su potencial la tendrá que exhibir en dos fechas ante Nacional. Y a pesar de que, después del clásico quedará un largo trayecto por delante, el duelo ante los tricolores es un partido que puede generar un punto de quiebre.