Julián Pérez, árbitro asistente del partido entre Montevideo Wanderers y Peñarol, contó cómo fue la particular lesión que sufrió en ese encuentro, y que no lo dejó continuar.
En el minuto 59 del partido que terminó con victoria del Bohemio en el Parque Alfredo Víctor Viera por la primera fecha del Torneo Intermedio del Campeonato Uruguayo, Pérez sintió un dolor en una pierna y no pudo continuar con su tarea, por lo que debió ingresar el Ayudante del VAR que estaba en la cabina.
En entrevista con “Minuto 1” (Carve Deportiva), Pérez relató lo que le sucedió. “Fue una jugada en la que estaba atacando Peñarol hacia mi lado, yo venía corriendo lateralmente y se me trancó la rodilla, se me vino hacia adentro. Intenté seguir con la jugada, pero empecé a pisar, me di cuenta que el dolor era muy grande y no iba a poder seguir”, relató.
Pérez agregó que cuando sintió la lesión le avisó al árbitro principal, Leodán González, que parara el partido, y ahí pudo recibir atención médica de parte de los profesionales de Wanderers y Peñarol. “Me vieron la rodilla, me pusieron una venda, intenté pisar de nuevo y me di cuenta que no iba a poder seguir. El dolor era muy grande. Llamamos a Carlos Barreiro, que estaba en el VAR, para que entre y de ahí me fui directo al médico”, añadió.
También mencionó que todavía no se realizó análisis más profundos, pero que sabe que, mínimamente, se trata de un esguince de rodilla. Pérez dijo que si bien “no es lo más usual que se lesione un árbitro”, corren los mismos riesgos que los futbolistas. “Veníamos haciendo un buen partido y salir porque justo me lesioné y la repercusión que tiene en sí, es muy grande. Da frustración y mal gusto tener que salir, pero son cosas que pasan y no depende de uno. Si de mí dependiera, hubiera seguido, pero lo mejor para el partido fue que entre mi compañero que estaba bien físicamente. El partido demandaba mucho y no quedó otra”, expresó.
Pérez también fue consultado por los reclamos que hizo el arquero de Peñarol, Washington Aguerre, al cuarto árbitro, al que le indicaba que entrara él en lugar del asistente lesionado. “Como teníamos a un árbitro asistente en el VAR, lo más lógico era que ingrese él para suplir, porque la función del asistente es muy diferente a la del árbitro. En caso que no hubiera VAR, ahí sí entraba el cuarto árbitro”, contó.
El árbitro reconoció que no ha sido un año fácil para él, ya que en febrero sufrió una agresión cuando trabajaba en el partido entre Cerro y Defensor Sporting por el Torneo Apertura. En esa ocasión, Pérez recibió un golpe de un proyectil en su cabeza, y debió recibir atención médica. “En diez años, nunca me había pasado algo así. Sí capaz que me había lesionado con menos gravedad, pero nada como este año. Ha sido un año difícil”, expresó.