Diego Aguirre, entrenador de Peñarol, habló en exclusiva con ESPN Uruguay sobre el título del Campeonato Uruguayo, de cómo se construyó la confianza del plantel para enfrentar a rivales poderosos en la CONMEBOL Libertadores 2024.
A pocos días de lograr el título del Campeonato Uruguayo tras obtener el Torneo Apertura y Clausura, Aguirre mencionó que el año 2024 fue “increíble” para los aurinegros, y que “va a quedar para el mejor de los recuerdos en todos los hinchas de Peñarol”.
Atrás quedó la imagen que capturó una cámara de televisión en uno de los clásicos amistosos de verano que Nacional le ganó a Peñarol, en los que se lo vio decirle a su asistente, Juan Verzeri, “vamos a tener que trabajar mucho”. “Era un comienzo de temporada, con un plantel nuevo, prácticamente cambió todo el plantel, y era lo que había que hacer. Por suerte hubo una gran respuesta de los jugadores, de compromiso y entrega. Se dieron los resultados, todo creció y acabamos haciendo un año que ni el más optimista hincha de Peñarol podía pensar”, indicó.
Para ello, también fue importante el alto nivel de efectividad que tuvo en las contrataciones, con nombres como Washington Aguerre, Guzmán Rodríguez, Javier Méndez, Leonardo Fernández, Maximiliano Silvera, Leonardo Sequeira, y más adelante otros como Rodrigo Pérez o Facundo Batista. “Fue increíble. Era una gran oportunidad para muchos de los jugadores que por ahí no eran tan conocidos. A pesar de que las informaciones y los perfiles físicos que teníamos de ellos eran buenos, después en la parte emocional y jugar en un equipo grande, no es fácil”, señaló “La Fiera”.
Eso generaba una presión extra en este nuevo plantel, y Aguirre reconoció que al principio se percibió “un nerviosismo en la tribuna que no era fácil de encarar”. Sin embargo, con el paso de los partidos “todo empezó a fluir”: “la hinchada nos apoyó, se dio una sinergia entre la cancha y la tribuna que fue increíble, y terminamos haciendo números récord en el club a nivel local y llegando a una semifinal de América que, para mí, tiene mucho mérito porque nadie lo esperaba”.
Algo particular de los nombres que llegaron a Peñarol fue que varios arribaron desde el fútbol brasileño o mexicano. Consultado sobre si estos mercados tienen algo en particular para “pescar” jugadores allí , Aguirre dijo: “no, son mercados en los que entiendo que a veces hay jugadores muy buenos que van para ahí y que tal vez no tienen muchas oportunidades porque hay una cantidad grande de extranjeros, y a su vez hay mucho recambio, no se le da tanto valor al jugador”.
El entrenador de Peñarol remarcó que en ese sentido fue importante hacerles ver que un buen año en el aurinegro les podía abrir puertas en otros mercados o hacerlos conocidos a otra escala, así como vivir la experiencia de jugar para un equipo grande. “Hubo cantidad de cosas que los jugadores entendieron, lo hicieron muy bien y se lo merecen porque se entregaron por entero”, añadió.
La fuerza de lo mental y de animarse a creer
Ese aspecto de brindarse al 100% por el proyecto colectivo fue un elemento fundamental en la campaña en la CONMEBOL Libertadores, donde fueron semifinalistas después de 13 años. Aguirre reconoció que empezaron a creer que era posible luego que le ganaron a Atlético Mineiro en el Campeón del Siglo en la fase de grupos. “Fuimos a ganar, les ganamos y dijimos: 'no son tan cucos como podíamos pensar'. Pasamos la primera fase, cosa que hace años que Peñarol no lograba, venciendo al último campeón argentino, Rosario Central, que también es un equipo de peso. Ahí ya empezamos a creer. Hablábamos de que nos veíamos en la final en Buenos Aires, lo visualizábamos. Tuvimos puntos altísimos. Eliminar a Flamengo fue algo que nos marcó, pero lo bueno es que fuimos a jugar a Río pensando que les podíamos ganar, de igual a igual y estábamos mentalmente muy fuertes para enfrentar al que sea”, contó.
Para el DT, los aspectos mentales, técnicos y físicos del plantel van de la mano. “Precisás de lo futbolístico, pero sin lo mental tampoco podés llegar. Tenés que tener convicción, actitud, entrega. Obviamente también precisás de buenos jugadores, de perfiles físicos que puedan competir al más alto nivel, hay muchas cosas que se suman. Pero pasa todo por la cabeza”, opinó.
Este aspecto psicológico del juego fue preponderante en el equipo para que hiciera lo debido en partidos donde no podía perder puntos, como en la recta final del Torneo Clausura. “Tuvimos partidos decisivos, que eran de seguir o quedar por el camino, y en todos esos partidos el equipo respondió, se impuso, mostró personalidad, confianza y terminamos logrando los objetivos. Eso nos hizo fuertes. En la Libertadores terminamos quedando afuera con Botafogo, pero le ganamos a tres equipos brasileños durante el torneo, a los dos finalistas... Hubo cantidad de cosas que nos hacen creer que todo es posible y que no estamos tan lejos como podíamos pensar en años anteriores”, señaló.