Emanuel Gularte contó cómo vivió los días previos a viajar a Uruguay para sumarse a Peñarol y afirmó: “Una noche, soñé que estaba marcando a Maxi Gómez. Estaba quedando loco”.
En La Mañana del Fútbol (El Espectador Deportes), el defensa uruguayo de 27 años expresó: “Estoy feliz de la vida de estar de vuelta en el país y de estar en Peñarol. Siempre fue mi sueño, un objetivo y tenía claro que algún día de mi carrera iba a cumplirlo. Lo que termina de darme el empujón para que sea ahora, siendo joven y jugando en México, es el momento de Peñarol, las ganas que se le notaron a Ignacio Ruglio y saber que Diego Aguirre me quería. La Copa (Libertadores) también ilusiona; todos los factores coincidieron y me dieron el empujón para resignar algo de lo económico, pero voy a ser feliz y a cumplir un sueño. Con Diego tuvimos una llamada telefónica”.
Más allá de esta alegría, Gularte vivió jornadas de mucho nerviosismo al no terminar de concretarse el acuerdo entre Peñarol y Puebla de México (club dueño de su ficha), ni recibir por ende la autorización del elenco mexicano para viajar rumbo a Uruguay.
“Los últimos seis días antes de que me hagan viajar, no dormí. Estaba quedando loco y me estaba preocupando, me estaba enfermando de la cabeza. Tenía miedo de que se caiga, a mí representante le escribía cada cuarenta minutos y la pasé muy mal”, aseguró Gularte.
Y destacó: “Me imaginé todo eso, lo soñé (hacer un gol, el recibimiento al salir a la cancha). De hecho, una noche me levanté como a las tres de la mañana, estaba soñando que estaba marcando a Maxi Gómez; justo en ese momento se estaba hablando de su llegada a Nacional. Estaba quedando loco. Me pasaba que estaba a nada de cerrarse, y no se cerraba, todos los días era algo nuevo y ya me estaba poniendo mal; por suerte se solucionó”.
“A mí me gusta analizar mucho, y soñé que Maxi Gómez me hacía un enganche y pateaba, y me preguntaba cómo se la saqué. Y yo le decía que lo había estudiado. Me desperté y le dije a mi esposa que estaba quedando mal, cerraba los ojos y era pensar en algo de Peñarol. Ahora ya estoy tranquillo, eso no era disfrutable, todo el día acelerado. Fueron días duros, pero valió la pena”, dijo Gularte.
El zaguero derecho, pero que puede jugar por izquierda, llega a Peñarol en un préstamo por un año. El club uruguayo tendrá dos ventanas para poder comprar su ficha a Puebla; el contrato entre Gularte y Puebla vence en junio de 2027.
“Mi objetivo es quedarme muchos años”
Gularte manifestó sobre su futuro: “Mi objetivo es quedarme muchos años. Si se arma un salario con el que yo pueda estar tranquilo también para el futuro, después si aparece otro equipo y pone el triple, preferiría quedarme. Es mi idea. Depende primero de que rinda y que las cosas se den, y que el club tenga el capital para poder comprarme”.
“Nacional me quiso traer varias veces, en ninguna estuve cerca. Nunca dudé, aunque siempre escucho y levanto el teléfono, porque también entiendo que por más que en ese momento están representando a Nacional, son personas que después pueden estar en otro club y por un tema de profesionalismo y ética uno siempre responde. Pero nunca me pasó de plantarme con Puebla como ahora y decir ‘me voy’, y hacer todo para que se dé. Eso nunca se me pasó por la cabeza con Nacional”, aseguró el futbolista.
Y dijo sobre su salida de Puebla: “Plantarte así es arriesgarte a que la carrera empeore, porque ahora me arriesgué mucho a que me dejen trotando alrededor de la cancha seis meses o un año. La gente de Puebla se portó muy bien, no pusieron muchas dificultades y exigieron cosas razonables”.
“Además, y más allá de lo de Peñarol, ya había comunicado que no quería seguir porque eran cinco años y medio jugando en el club, y ya no sentía ese punch, no le estaba haciendo bien al equipo y es un equipo que quiero mucho, entonces entendí que lo mejor era irme. También se agregó un problema económico que atraviesa el club, mi salario alto… Todo cuadraba para que se diera mi salida. El club quería venderme y no se dio, pedían un dinero importante por la ficha; hace dos meses apareció la posibilidad de Peñarol, pero Puebla quería vender. Se le dio un tiempo al mercado, y cuando se abra la posibilidad de préstamo le metemos con todo, que fue lo que pasó”, narró Gularte.
En su momento, existió incluso el interés de Racing de Avellaneda, rival de Peñarol por los octavos de final de la CONMEBOL Libertadores 2025.
“Había quedado con la gente de Peñarol, de que si llegábamos a un acuerdo, a Racing no iba a ir. Es decir, si se caía la operación por tema de clubes (entre Peñarol y Puebla), yo no iba a ir a Racing por un tema de códigos porque era rival de Peñarol en la Copa Libertadores; por un tema de respeto y porque Peñarol se portó bien y me esperó”, detalló el defensa que ya jugó con tres futbolistas del actual plantel aurinegro (con Leo Fernández en una Selección Sub 22 de Uruguay, y con Maxi Olivera y el Cangrejo Cabrera en Wanderers).
Sus recuerdos de enfrentar a Peñarol y Nacional por el Campeonato Uruguayo
Gularte, quien dijo que tiene a Nicolás Otamendi como uno de sus principales referentes futbolísticos, debutó en Primera división en 2015, defendiendo a Wanderers. La temporada 2019 la jugó en Progreso, cedido a préstamo, y en 2020 fue transferido a Puebla (de julio de 2023 a julio de 2024 estuvo a préstamo en Querétaro).
Al ser consultado por sus partidos contra Peñarol antes de partir a México, el defensa recordó: “Con Wanderers y Progreso jugué contra Peñarol, creo que cuatro veces. Uno como profesional siempre quiere ganar, pero yo disfrutaba salir a calentar y ver a la gente cómo cantaba. Eso se disfruta y se sufre, porque cuando en un partido no hay mucha gente te llegan muchas veces al arco y nadie grita, no sentís que te asfixian. Pero en un estadio así y gritan y empiezan cantando, sentís que te están avasallando y te meten adentro de un arco”.
E indicó sobre sus choques ante Nacional: “Contra Nacional, quería ganar siempre, con esa especie de rabia de decir ‘hoy gano, hoy hay que ganar’. Con Wanderers, le ganamos una vez, en otra perdimos 3 a 2 que hice un gol; después con Progreso perdimos 1 a 0 en el Paladino con gol de Mathías Laborda, que ahí se nos fue el campeonato (a Peñarol, en la temporada 2019)”.
