MONTEVIDEO -- Peñarol venció 3 a 0 a Nacional este sábado en el Estadio Campeón del Siglo en el clásico por la segunda fecha del Torneo Clausura y reavivó la lucha por la Tabla Anual del Campeonato Uruguayo 2025. Volvé a ver el partido en el Plan Premium de Disney+ (Solo para Sudamérica).
La fácil comparación con el fútbol en plena pandemia por las tribunas vacías se hizo tan repetida en los medios de comparación que llegó a cansar a oyentes y televidentes. Sin protocolo sanitario porque no hay pandemia, aunque ahora con sanciones a los clubes que privaron de tener espectadores en el Campeón del Siglo.
El partido comenzó siendo friccionado (demasiado), peleado (algo previsible) y errático (de forma alarmantemente sorpresiva).
A los cuatro minutos del primer tiempo, se observó una de las grandes razones por las que Diego Aguirre optó por Brayan Cortés para ser su arquero titular, oficializado como nuevo jugador del Manya hace apenas ocho días. El chileno salió a cortar un buen pase profundo de Christian Oliva a Maximiliano Gómez, acción en que Martín Campaña no ha podido intervenir de forma acertada en el último tiempo (cuando se animó a cortar fuera de su área, no tuvo buenos resultados, como ante Olimpia en Paraguay en una jugada que finalmente fue anulada o como contra Nacional en la última jugada de la final del Intermedio).
Paulatinamente, Peñarol fue ganando terreno, mostrando mejores sociedades y forzando más errores en la salida tricolor. Y entonces el remate desviado de Diego García al minuto 16, e inmediatamente después el tiro de Javier Cabrera que rebotó y se fue al córner.
El elenco de Diego Aguirre planteaba un 4-4-2 para presionar y defender, con Emanuel Gularte en el lateral derecho, y con la pelota había libertad para Leo Fernández para moverse por toda la cancha. El Bolso, con el balón, soltaba a Emiliano Ancheta en el lateral derecho y centralizaba a Rómulo Otero, siendo más un 3-4-2-1 (Otero y López detrás de Maxi Gómez).
El Manya lograba por momentos imponerse (Cabrera e Ignacio Sosa, importantes en ese aspecto) y pasada la media hora abrió el marcador con el remate de Maxi Silvera que se desvió en Julián Millán.
Nacional intentó reaccionar y tuvo dos aproximaciones, primero con el disparo desviado del Diente Nicolás López y luego con el buen centro de Emiliano Ancheta que Maxi Gómez conectó y que Cortés llegó a rozar con su mano derecha, para que la pelota se estrellase finalmente en el travesaño.
Ahora obligado, Nacional tampoco lograba generar peligro, más allá de la búsqueda en juego directo con Gómez. Y fue Peñarol el que pudo volver a convertir en el primer tiempo, con la arremetida de Gularte tras el incómodo despeje de Seba Coates en el segundo palo, luego de una jugada que la defensa de Nacional jamás pudo limpiar.
En el complemento, se profundizaron varios de los aspectos vistos en los últimos 25, 30 minutos de la primera mitad: Peñarol ejerció mayor dominio, Nacional no encontró mejores alternativas al juego directo con Maxi Gómez, y si el Manya se había impuesto en el mediocampo (como también lo hizo en la final del Intermedio), ahora el Tricolor ni siquiera podía plantar batalla, más aún cuando su entrenador Pablo Peirano optó por sacar a Christian Oliva, terminando con Luciano Boggio y Mauricio Pereyra en el doble cinco (con Lucas Villalba por derecha y Nico Lodeiro por izquierda).
El Carbonero pudo haberlo liquidado antes (gran pase de Fernández a García que en el mano a mano con Mejía le erró al arco), y Nacional logró avanzar varios metros a partir del minuto 70, aunque su chance más clara había sido en el inicio del complemento con el rápido remate de media vuelta de López que se fue por arriba.
A falta de cinco minutos, el cabezazo de Matías Arezo cerró el partido que ya estaba sentenciado y que abrió la pelea por la Tabla Anual.
El 3 a 0 y la quita de tres puntos por sanción a Nacional, dejó a Peñarol a tres unidades en la tabla acumulada de la temporada y con el pecho inflado de cara a la serie con Racing en la CONMEBOL Libertadores.
Las dudas en el funcionamiento del Bolso no lograron despejarse y los cuestionamientos a su entrenador Peirano se profundizaron. El estadio sin público del Campeón del Siglo fue testigo.
