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Pablo Correa, mano a mano con ESPN: su trayectoria en Francia y su futuro a definir

El entrenador uruguayo Pablo Correa conversó en exclusiva con ESPN: detalló su amplia trayectoria en el fútbol de Francia y aseguró que aún debe definir su futuro, sin descartar la posibilidad de dirigir en Sudamérica.

Además, el técnico habló de Karim Benzema y Didier Deschamps, recordó cuando hizo debutar en el Nancy a Clément Lenglet, hoy zaguero del Barcelona, y rememoró una curiosa anécdota al enfrentar al Schalke 04 de Darío Rodríguez.

Luego de jugar en Nacional, Rentistas y Peñarol en la década de 1980, este exdelantero partió desde Defensor Sporting al exterior en 1993, año en que llegó a San Lorenzo. De Argentina regresó a Uruguay para jugar un año en Wanderers, y luego volver a emigrar, aunque en este caso fue al Nancy de Francia, club donde jugó sus últimos años de carrera.

Se retiró en 2001 y a los meses ya estaba trabajando en el cuerpo técnico del Nancy, equipo del que fue el entrenador principal en dos etapas: 2002-2011 y 2013-2017; entre esos períodos trabajó en Évian Thonon Gaillard, y entre el 2017 y el 2019 dirigió al Auxerre.

Aquí las frases más destacadas de la entrevista:

DEL RETIRO A ENTRENAR DURANTE 20 AÑOS EN FRANCIA
“Estoy dirigiendo en Francia desde el 2002 y solamente en dos períodos, que forman más o menos un año, no dirigí, pero han sido más de 20 años trabajando. Yo llegué a Francia en 1995 como jugador del Nancy, un equipo reconocido en Francia por haber sido el equipo que formó a Michel Platini. Jugué hasta el 2001, me retiré bastante joven, habiendo llegado a Francia con 28 años en el '95, pero ya con la idea de seguir en el fútbol y como entrenador. En el 2002 el club se encontraba en un momento muy duro, último en segunda división, y el presidente, que ya me conocía como jugador, me dio la chance de comenzar a dirigir”.

“¿Si me veo en Sudamérica? Hoy tengo ganas de probar cosas, y no es despectivo lo que digo. Yo estoy seguro que la transferencia de conocimiento se hace en todos los sentidos, no es una cuestión de continente. Claro que hay muchos más medios en Europa que en Sudamérica, pero la transferencia se hace en ambos sentidos. No depende de mí, en este puesto depende de los dirigentes, de muchas cosas, de llegar a un buen momento en el club, encontrar un club que te quiera, que te brinde los medios económicos y los medios para poder trabajar normalmente. Sí me gustaría trabajar en Sudamérica, hoy lo veo como algo realizable”.

LAS CARACTERÍSTICAS DE SUS EQUIPOS
“Yo soy un entrenador uruguayo en Francia, uruguayo porque nadie puede sacar la idiosincrasia de una persona que nace en un lugar y que vive 28 años; tengo mis ideas de Uruguay, mis sentimiento y mi fuerza de Uruguay, con la capacidad que da un país como Francia que está en la vanguardia del fútbol y en otras cosas, con la educación que me dio ese país, y con las ideas que me inculcó, ideas en la formación que los llevó a ser campeones del mundo dos veces (1998 y 2018)”.

“Soy una mezcla de Uruguay y Francia, y si tengo que definir en una sola palabra el fútbol francés diría ‘potencia’, y si le doy a Uruguay una expresión debería decir ‘fuerza’, fuerza mental sobre todo. Esos son dos muy buenos elementos para el fútbol de hoy en día, no diría que están por delante de la técnica porque el fútbol sigue perteneciendo a los buenos jugadores, pero son dos elementos principales del fútbol moderno”.

“Mis equipos siempre han sido de transición, que juegan muy vertical. A veces uno debe adaptarse al equipo que tiene, pero lo que me gusta de las transiciones rápidas es hacerle daño al rival; el leitmotiv del fútbol es ganar, hacer goles. Hoy estoy más cerca de los equipos de Klopp que los de Guardiola”.

“Con un fútbol de transición defensa-ataque, no importa dónde recuperes el balón, si tiene transiciones rápidas y juegas muy vertical, te podés encontrar con situaciones de ataque favorables y con mucho espacio, por eso digo que no soy anti Guardiola, al contrario, me encanta y me encantaba ver al Barcelona, Bayern Múnich y al Manchester City, sólo digo que para ese juego se necesita una cierta calidad de jugadores con mucha inteligencia”.

“El fútbol francés es una escuela de eso porque se hizo en base a la potencia de su población, es una población muy mezclada por las colonias. He tenido muchos debates cuando Francia fue campeón del mundo porque se decía que no era el mejor equipo, y quizás sí podemos acordar que no era el fútbol que todos soñamos y querríamos, pero es súper eficaz y pragmático, tiene un entrenador (Didier Deschamps) que conozco bien y que es pragmático y competidor, que se inclinó por jugadores que fueran importantes para su idea”.

“A BENZEMA NO SE LO PUEDE DISCUTIR”
“A Deschamps lo enfrenté como jugador y entrenador. Es un entrenador pragmático, pero pasa que en el pragmatismo tenemos la voluntad de encerrar una cierta facilidad de decir que sólo importa el resultado y no importa el juego, y no es verdad, porque para ganar y marcar goles hay que jugar bien. Deschamps es alguien que le llega mucho al jugador, era entrenador cuando jugaba y ahora es jugador cuando entrena porque sabe muy bien lo que el futbolista le puede dar. Es el prototipo de entrenador que juega con transiciones muy rápidas, donde lo que más cuenta es hacerle daño al adversario”.

“En cuanto a Benzema, no se discute su nivel y es por la siguiente razón: cuando un jugador juega más de diez años en el Real Madrid, ya está. El Real, por su alto nivel de exigencia, no permite que un jugador de nivel medio pueda estar ahí por una década, por lo que Benzema es indiscutible. Luego si es un 9 y medio, o un 10 que por momentos es un nueve... es la evolución del fútbol. Hoy en día no jugamos al fútbol con los nueve que yo conocí en mi infancia”.

EL RESPALDO A LENGLET EN SUS PRIMEROS PARTIDOS
“No es fácil salir del Nancy de Francia y luego jugar en el Barcelona, incluso aún pasando en el medio por el Sevilla. Y Lenglet lo hizo. Fue un jugador lineal, un jugador que llegó muy jovencito al Nancy y que pasó por todas las juveniles en una línea de crecimiento muy recta pero siempre para arriba, y lógicamente llegó al primer equipo, y lo hago debutar en el 2013 porque llegaba con condiciones”.

“En uno de sus primeros partidos como titular, en agosto del 2014 por la segunda ronda de la Coupe de la Ligue, comete un error, nos hacen un gol y perdemos, y en el vestuario él estaba llorando. Lo fui a ver y le dije que un defensa que comete errores es normal, que no se puede jugar al fútbol sin tener errores, y le señalé que lo que le iba a servir es si comprendía que no podía volver a tener ese error”.

“Es un chico que aprendía muy rápido, con una madurez poco normal, incluso lo tuve con 19 años como capitán, el presidente en su momento me preguntó si estaba seguro, y era algo unánime en el vestuario. Además, utilizaba todos los entrenamientos para mejorar; a los 30 años, tal vez uno cuide más su cuerpo en los entrenamientos, pero con 20, cuando la fuerza te permite todo, hay que trabajar todas las cosas que no puedes adquirir en un partido”.

LA ANÉCDOTA ANTE EL SCHALKE 04 DE DARÍO RODRÍGUEZ
“Con Nancy habíamos ganado la Copa de la Liga y eso nos permitió jugar la fase preliminar de la Copa de la UEFA 2014-15, y nos tocó el Schalke 04. Es difícil definir cuánto un equipo es más grande que el otro, pero sin duda que ellos eran superiores. Jugamos en Alemania y perdimos 1 a 0; y yo sabía que íbamos a jugar todo en nuestra cancha pero que había que meter dos goles por lo menos. La historia es que el entrenador del Schalke hace la charla técnica en la mañana del partido, les muestra un video de nosotros a sus jugadores, entre ellos Darío Rodríguez y Gustavo Varela, y a la mitad lo corta y dice ‘igual ustedes saben lo que tienen que hacer’”.

“El tema es que nosotros ganamos la revancha por 3 a 1 y Darío estaba muy enojado, primero porque en ese partido su compañero Asamoah tuvo una lesión grave porque un jugador mío le entró muy duro, e incluso Darío lo vino a buscar a la puerta del vestuario. En Nancy éramos tres uruguayos: Gastón Curbelo, Adrián Sarkissian y yo; finalmente nos fuimos al costado, yo a fumar mi cigarro de después de los partidos y comenzamos a hablar con Darío, y él me contó que también estaba enojado porque en el hotel había pasado eso de la charla y que él ya había empezado a dudar de la capacidad de su equipo contra nosotros que no teníamos nada que perder porque significaba la puerta abierta a una ilusión de jugar la UEFA, algo que el Nancy había logrado sólo una vez en la década de 1970”.