LOS ÁNGELES -- Las Estrellas de la MLS brillan esta semana, junto a las del Manchester United, para deslumbrar a los aficionados de la Gran Manzana, en el epicentro de una explosión futbolística que estremece a todo el país.
Algunos de los clubes más ilustres y ricos del mundo, Manchester United, Real Madrid, Barcelona, Juventus y algunos otros, se pasean por el amplio territorio estadounidense, luciendo a sus planteles que adornan algunos de los mejores futbolistas del planeta.
La fórmula parece perfecta: las grandes potencias europeas han encontrado en Estados Unidos y en Asia el terreno más fértil para sembrar la semilla de su marca, realizar su pretemporada y cobrar millones por cada juego de exhibición.
Algunos técnicos, como José Mourinho, han encontrado en el Sur de California, el ambiente ideal para los trabajos de acondicionamiento de sus equipos, de cara a las largas y exigentes temporadas del fútbol europeo.
De hecho, ha establecido en UCLA su laboratorio para las pretemporadas con sus últimos equipos, Chelsea, Inter y Real Madrid. Las instalaciones son adecuadas, el clima es bueno y sus jugadores y miembros de la delegación hasta se pueden dar tiempo para hacer un poco de turismo y salir de compras por Rodeo Drive.
Pero, ¿dejan algo estos ilustres visitantes?
La Major League Soccer considera que sí, porque ha cambiado el formato de su Juego de Estrellas, que en lugar de enfrentar a los mejores futbolistas de la liga, divididos en equipos representantes de cada Conferencia, adoptó el formato actual, donde sus mejores jugadores enfrentan a un equipo internacional.
El brazo que orquesta la mercadotecnia por parte de la MLS, Soccer United Marketing, también se frota las manos. Porque los Diablos Rojos, con "Chicharito" Hernández y Wayne Rooney, el Real Madrid de Cristiano Ronaldo y Kaká o el Barcelona de Messi, Xavi e Iniesta, no sólo venden boletos, sino que también elevan los índices de audiencia para la televisión.
La apuesta de la liga y de SUM por un verano de fútbol con base en equipos europeos ha mandado al baúl de los recuerdos al Torneo SuperLiga, que ponía cara a cara a los clubes de la MLS con los mexicanos.
Quienes conducen los destinos del fútbol estadounidense, además, consideran que estas giras que realizan los más laureados clubes y estrellas del balompié universal, significan una promoción para el deporte en un país donde aún existen regiones vírgenes, o aficionados por conquistar, que una vez catequizados, pueden convertirse en feligreses de la religión "emelesera".
En lo futbolístico, el tema es más simple: siempre será saludable para clubes como el Galaxy o el Fire de Chicago medir fuerzas con los maestros del fútbol europeo y, aún más benéfico resulta para nuevas franquicias como Seattle o Filadelfia.
Hasta ahí, todo va muy bien. Sin embargo, no todo resulta tan color de rosa.
Por ejemplo, algunas de las fechas reservadas para los juegos de exhibición de los ilustres visitantes han coincidido con las de los juegos de la propia competencia doméstica, como sucedió con el encuentro del Coliseo Memorial angelino entre Galaxy y Real Madrid, celebrado a la misma hora y a 12 millas de distancia, Carson, donde Chivas USA recibía la visita del Red Bulls de nueva York.
Ninguno de los dos estadios se llenó y una mejor programación facilitar una mayor concurrencia en ambos eventos.
Otros encuentros de la serie de exhibiciones de los clubes europeos no han sido tan exitosos en la taquilla.
Las Águilas del América y el Manchester City jugaron en San Francisco frente a poco más de 11 mil aficionados.
El propio equipo de Carlitos Tévez, jugando en la casa del Galaxy de David Beckham, no logró llenar el Home Depot Center, que tuvo un taquilla cercana a los 24 mil aficionados.
El Qualcomm de San Diego recibió a unos 38 mil espectadores que vieron la brillante actuación de Cristiano Ronaldo, quien hizo los tres goles en el triunfo del Real Madrid sobre las Chivas Rayadas del Guadalajara.
Según un veterano promotor de fútbol internacional, con sede en San Diego, el precio de 40 dólares por los boletos más baratos y la limitada cantidad de los mismos impidió que se produjera el lleno que dos clubes tan populares como el madrileño y el tapatío se merecían.
El otro tema, es la saturación.
Algunas plazas del país han quedado virtualmente exprimidas en cuanto a los dólares para el fútbol, si recordamos que hace apenas unas cuantas semanas pasó por casi toda la geografía estadounidense la Copa de Oro, con espectaculares asistencias de público en casi todos los estadios.
Además, la oferta para el aficionado al balompié, en este año, ha sido tan variada como un buffet de Las Vegas.
Si a Juan Pueblo le dicen que tiene que bajarle entre 40 a 125 marcas a su ajustado presupuesto para ver la exhibición de un equipo en plena pretemporada, y si a cambio, con el simple botón de activación de su aparato televisor puede acceder al Mundial Sub-17, la Copa Mundial Femenina de la FIFA, la Copa América y el Mundial Sub-20 de Colombia, pues está como para pensarse.
Y, pensar, planear, proyectar mejor es lo que deben hacer para el siguiente verano quienes han saturado de fútbol el 2011.