TEMPE -- Hubo dos jugadores que el entrenador en jefe de los Arizona Cardinals, Bruce Arians, se negó a mencionar durante las reuniones de propietarios de la NFL: el corredor de los Minnesota Vikings, Adrian Peterson, porque se encuentra bajo contrato con otro equipo; y el apoyador de los Cardinals, Daryl Washington, porque sigue sirviendo una suspensión de al menos un año.
"Realmente no puedo hablar de Daryl", dijo Arians. "Ni siquiera es parte de nuestro equipo ahora, así que no tiene sentido hablar de él".
Washington se acerca a la marca de 10 meses de suspensión, que la NFL determinó duraría al menos año cuando lo sancionó el 30 de mayo del 2014. Washington puede iniciar a partir de hoy el proceso de reingreso, que será decidido en su momento por el comisionado Roger Goodell.
La semana pasada, Washington expresó su deseo de contar con un "inicio en fresco" cuando regrese a la NFL.
Desde el inicio de su suspensión, Washington no ha podido regresar a las instalaciones de entrenamiento de los Cardinals, una faceta de la sanción con la que Arians no está de acuerdo.
Cuando se le preguntó qué cambiaría respecto a la postura de la NFL frente a jugadores suspendidos, Arians se mantuvo firme en su respaldo hacia no sacarlos de un ambiente organizado.
"Definitivamente no los aislaría de la única estructura que tienen en su vida", ofreció Arians. "Debes cerciorarte de que tienen estructura en su vida.
"Tenemos la esperanza de que la estructura les ayudará a superar sus problemas. No se trata de liberarlos y dejarlos solos, por su cuenta, porque obviamente cuando están por su cuenta. No pueden con todo".