OAKLAND -- De a poco, el ala cerrada de los Oakland Raiders, Mychal Rivera, va emergiendo como una potencial estrella en la NFL.
De carácter fuerte y un talento inmenso, Rivera ha tenido que usar su personalidad entre otras cualidades para llegar donde está.
Nunca más que cuando estaba en la Universidad de Oregon y tuvo una diferencia de opiniones con un tal Chip Kelly.
“Cuando llegué a Oregon, Chip me pidió que me cambie a liniero ofensivo”, recordó Rivera. “Yo pesaba 235 libras en ese entonces, pero sabía que mi camino hacia la NFL era como ala cerrada. Fuimos muy profesionales y tomamos rutas opuestas”.
A pesar de no coincidir en aquel entonces, Rivera tiene un gran respeto por el actual entrenador en jefe de los Philadelphia Eagles.
“Es un muy buen entrenador”, agregó Rivera. “Pero todos cometemos errores, y yo fui uno de los suyos”.
Definitivamente Rivera tomó la decisión adecuada, considerando donde está hoy. Viene de tener su mejor temporada en la NFL con 58 recepciones, y esa selección de sexta ronda que los Raiders invirtieron en él en el 2013 parece ser poca cosa comparada con los momentos de brillantez que tiene Rivera en el emparrillado. Si uno observa su fisonomía, notará que tiene un tatuaje de la bandera de Puerto Rico en uno de sus brazos. “Mi padre es puertorriqueño, y tomo mucho orgullo de mi herencia hispana”, dijo. “Todavía no tengo el español aprendido, pero en cuatro años estaremos haciendo la entrevista en español”. Si bien Rivera admite que “busca mejorar la precisión de sus rutas”, está trabajando duro esta temporada baja junto a su mariscal Derek Carr. “Derek nos invitó a su casa en Bakersfield esta temporada baja, donde tiene instalaciones, y trabajamos fuerte en nuestra química”, declaró Rivera. “Es un líder puro”. Hablando de Carr, el joven mariscal de Oakland dio vuelta varias cabezas la campaña pasada, y mostró más pasta que otros mariscales que fueron elegidos antes que él en el sorteo. Muchos indicios mostró Carr de que podría ser el mariscal franquicia que los Raiders tanto han buscado en los últimos años. “Genuinamente pienso que estará en la categoría de elite algún día”, opinó Rivera. “Si sigue trabajando como hasta ahora, estará en los libros de los récords eventualmente. Estamos muy expectantes con lo que hará este año”. Como si fuera poco, los Raiders agregaron otro objetivo importante para Carr durante el draft cuando eligieron a Amari Cooper en la primera ronda. “Vale la selección de primera ronda y más”, dijo sin dudar Rivera. “Presten atención porque estará en muchas jugadas impactantes esta temporada”. Los Raiders lo van a necesitar considerando que han estado en el último lugar de la división en las anteriores dos campañas. “Hemos cambiado la cultura”, explicó Rivera. “Jack Del Río nos pide aspirar a lo más alto y eso es lo que estamos haciendo”. Las prácticas, varios jugadores de los Raiders han admitido, son ahora mucho más intensas que antes. Los Raiders, que parecen tener los días contados en Oakland, sólo pueden desear que ese trabajo pague dividendos. “Queremos ganar la división”, concluyó Rivera. “Es así de simple, y si las metas de equipo se van dando, las personales llegarán solas”.