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Denver mejoró un equipo al que poco se podía criticar; candidato inmediato

MÉXICO -- Llegar al Super Bowl para muchos equipos puede ser un objetivo más que suficiente para dormirse en sus laureles y ajustar pequeños detalles para intentar regresar al partido por el título. John Elway y compañía no piensan igual.

A sabiendas que Peyton Manning cuenta ya con 37 años y se encuentra en la recta final de su carrera, la gerencia de los Denver Broncos decidió hacer movimientos agresivos en la temporada baja y en su mente sólo existen dos cosas: borrar la pésima imagen que dejaron en el Super Bowl XLVIII y regresar el Vince Lombardi a sus oficinas.

Conscientes de la situación, Elway y compañía taparon los huecos que dejaron los agentes libres de manera extraordinaria con veteranos probados y dándole a Peyton Manning las armas para que siga montando espectáculos aéreos cada fin de semana.

LA ADICIÓN CLAVE
Cuatro nombres de primera línea aparecen entre las incorporaciones de los Broncos vía la agencia libre: Aqib Talib, T.J. Ward, DeMarcus Ware y ligeramente por debajo de ellos Emmanuel Sanders.

Tras ser maniatados en ambos lados del ovoide durante la derrota en New Jersey, los Broncos se mostraron, sin lugar a dudas, como el equipo más agresivo durante el receso de temporada.

Los Broncos mostraron una ofensiva prominente, historia diferente a la que se vivió del otro lado, sobre todo en la defensiva contra el pase, al ubicarse en la vigesimosegunda posición de la liga en puntos admitidos por esta vía es por esto que las inclusiones de Aqib Talib y T.J. Ward, quien no tuvo un buen comienzo en Denver, son vitales para la secundaria.

Pese a sus relativas cortas carreras, ambos profundos han demostrado ser confiables a la hora de taclear, uno de sus principales problemas en el Super Bowl, además de ser capaces de medirse a cualquier receptor, incluidas alas cerradas por su estilo físico, punto en el que también fueron completamente maniatados por los Seahawks.

LA MAYOR PÉRDIDA
Así como los Broncos integraron jugadores de gran calibre, también los perdieron. Veteranos como Eric Decker, Dominique Rodgers-Cromartie, Mike Adams, Robert Ayers, Knowshon Moreno, Wesley Woodyard, Champ Bailey y Shaun Phillips, entre otros, tuvieron una triste partida, pero la apuesta a la mayor pérdida la enfoco en su línea ofensiva.

El guardia izquierdo Zane Beadles, quien fue llamado al Pro Bowl en el 2012, se había convertido en un jugador indispensable en el centro de la línea para proteger a un mariscal de campo con nula movilidad en la bolsa de protección --pese a su anotación frente a los Cowboys en un rolado--ya que además de conceder pocas capturas en sus cuatro años con Denver su regularidad, 62 juegos iniciados en 64 participaciones, es una estadística que elevaba este porcentaje en un equipo que sufre con las lesiones.

La pérdida de Champ Bailey no podemos pasarla por alto, pero su edad y lo propenso que es a las lesiones le hicieron perder una batalla cerrada con Zane Beadles.

EL DIAGNÓSTICO
La consigna es única: levantar el Vince Lombardi. Cualquier otra cosa para los Broncos podría considerarse como fracaso y probablemente esta sea la última oportunidad para poderlo hacer.

John Fox y compañía conocen a la perfección el camino hacia Arizona, sede del próximo Super Bowl; las adiciones a su equipo los ponen como firmes contendientes para ser de nueva ocasión el representante de la Conferencia Americana, pero no podemos pasar por alto que si los equipos encuentran la manera de llegarle a Peyton Manning, el ataque terrestre está en el olvido, a lo que se aunó la partida de Knowshon Moreno.

En cada una de sus líneas tienen jugadores con calibre de Pro Bowl y me parece que los Broncos son lo más cerca a lo que alguien puede armar en un videojuego, algo que no siempre es garantía ¿verdad, Eagles?