La final de la Challenge Cup entre Bath y Lyon, tuvo como particularidad un hecho histórico: por primera vez una mujer se hizo cargo de llevar las riendas de una final europea. Y como en todo encuentro, hubo jugadas que dividen la opinión.
La más polémica se dio a los 28 minutos del primer tiempo, cuando Sam Underhill fue a tacklear al wing de Lyon y se dio un tremendo choque de cabezas. La jueza Hollie Davidson recurrió al TMO y tras ver las imágenes, consideró que la tarjeta amarilla era la sanción adecuada.
Si bien el impacto fue directo sobre la cara del rival, Davidson explicó que hubo un factor mitigante que fue el cambio de rumbo en la carrera de Vincent Rattez, por lo cual no hubo tarjeta roja. ¿Coincidís con el criterio de la árbitra?
