Final anunciado. Rafael Nadal llegaba a las semifinales de Wimbledon lesionado y dijo basta.
El campeón de 22 Majors tuvo fuertes latigazos en la zona abdominal a partir del primer set en el partido de cuartos de final con Taylor Fritz y las pruebas médicas confirmaron el grado de ruptura. Son siete milímetros en uno de los músculos abdominales, situación que le impide jugar ante Nick Kyrgios.
"Aunque intenté muchas veces en toda mi carrera seguir adelante en circunstancias muy difíciles... es obvio que si sigo adelante la lesión será cada vez peor", aseguró el español en conferencia de prensa. “Tomé esta decisión porque sé que no puedo ganar dos partidos. No puedo hacer el movimiento normal para sacar. Por respeto a mí mismo de alguna manera, no quiero salir y no ser lo suficientemente competitivo”.
Luego amplió: "Las dificultades por las que he pasado demuestran lo mucho que significaba estar aquí para mí. Me hace sentirme mal porque estaba jugando a un buen nivel y seguramente habría tenido una oportunidad aquí".
"Lo más importante para mi es la felicidad, por encima de un torneo". El español, que lleva una semana sin ejercitar su saque en las prácticas, tenía programada una hora de entrenamiento en las canchas principales de Wimbledon, las que están abiertas al público, pero cambió sus planes hasta este desenlace.
Por último, con respecto al tiempo que estará fuera de las canchas dijo: "Llevo una semana así. Las cosas estaban más o menos controladas, pero ayer fue el peor día. Hice tests para ver cómo evolucionaban las cosas, pero lo que tenía se hizo más grande. El tiempo de baja será de 2-3 semanas, o eso creo. Lo normal es que dentro de una semana ya pueda entrenar. Espero poder llegar al calendario que tengo marcado para el resto de este verano".