Carlos Alcaraz (Nº1 del mundo) terminó de despejar dudas con respecto a su físico y demostró estar listo para competir al 100% en el Masters 1000 de París. En la cancha central, el español cumplió con su rol protagónico y no tuvo inconvenientes para despachar al japonés Yoshihito Nishioka (38º) por 6-4 y 6-4.
Con el Nº1 en juego, el murciano de 19 años lució convencido y a la altura de la circunstancia. Mantuvo un alto porcentaje de primeros servicios (74%) y aceleró en los momentos de máxima tensión para quebrar el saque del asiático. De esta manera se instaló en la próxima ronda y de ganar se asegurará culminar el torneo en lo más alto del ranking mundial: si pierde y Nadal es campeón, lo desplazarían al segundo puesto.
Sin demasiadas dificultades, el español que en la capital francesa recibió un premio por ser el más niño en liderar la clasificación de la ATP, dejó atrás la derrota sufrida en el ATP 500 de Basilea ante Félix Auger-Aliassime y retomó el sendero de la victoria.
Festejó su éxito 56º en la temporada, el 18º en Masters 1000 y va por su tercer torneo de la categoría. Este año, además de otros tres títulos, fue campeón en Miami y Madrid. Enfrentará al búlgaro Grigor Dimitrov, quien se deshizo del italiano Fabio Fognini por 6-0 y 7-5.