Con la jerarquía digna de un tenista que sabe lo que es ser Nº1 del mundo, Daniil Medvedev (5º del ranking ATP) lució su mejor tenis en el Masters 1000 de Monte-Carlo para hacer a un lado a Lorenzo Sonego (45º) por 6-3 y 6-2 y acceder así a la tercera ronda, donde espera por Alexander Zverev (16º).
Como ya casi es costumbre en el ruso, sus actitudes dentro de la cancha desatan la rabia de los asistentes, aunque esta vez la culpa no fue toda del tenista. Una simple duda sobre el pique de la pelota con la umpire desató una ola de silbidos y abucheos de los presentes en el Court Rainier III, que no cayeron para nada bien en el ruso. De su parte, gestos de silencio e incongruencias.
Incluso, después de ganar su primer partido de la temporada en arcilla dijo: "No hay ritmo en estas canchas. Cada pique es un mal pique e incluso si es un buen pique esperas que sea un mal pique". Todo un síntoma.
Pocos errores no forzados por ambas partes y bastantes peloteos dejaron como vencedor al ruso, quien consiguió su victoria Nº30 en lo que va de la temporada, siendo así el máximo ganador hasta el momento. Como sino fuese suficiente, en una racha sublime y digna de admirar, Medvedev ya lleva bajo sus brazos en el 2023 cuatro títulos (Rotterdam, Doha, Dubai y Miami) consiguiendo igualar su mejor temporada a nivel títulos con las del 2019 y 2021. Dato no menor, en ambos años logró por lo menos llegar a una final de un Grand Slam.
Pasando página, enfocándose en el presente y en busca de un lugar en los cuartos de final, el ruso se verá cara a cara con un viejo conocido como lo es Sascha, con quien ya se enfrentó en 13 oportunidades. La balanza está a favor del ex Nº1 del mundo con siete victorias y seis derrotas, siendo la última y la más reciente en el Masters 1000 de Indian Wells a favor del ruso.