Daniel Evans (24° de la ATP) cayó en la primera ronda de Roland Garros ante el australiano Thanasi Kokkinakis (107°) en sets corridos. Sin embargo, más allá de la derrota, el británico se mostró muy enojado en la conferencia de prensa con los jueces de línea del certamen parisino.
Todo comenzó con un canto de foot fault (falta de pie) con el que Evans no coincidió. "Así es el juego, pero una vez más los jugadores somos responsables. Los umpires y los jueces nunca son responsables de nada", señaló el británico en la conferencia de prensa.
Además, continuó: "Obviamente seré multado por romper una botella de agua y el ciclo volverá a empezar". En relación a la regla del foot fault, que sostiene que antes de sacar los pies no pueden tocar la línea, expresó: "Obviamente conozco la regla. Tiendo a saber dónde están mis pies. Me desconcertó por completo el fallo, perdí confianza de dónde estaban mis pies. Si bien es algo menor, se convirtió en algo bastante grande en mi cabeza".
En este sentido, Evans enfatizó en que a partir del canto del juez de línea le costó mucho servir, principalmente en los segundos saques: "Fue muy difícil alejarme de eso, especialmente en los segundos servicios porque simplemente no sabía dónde estaba parado en la cancha. Fue extraño".
A su vez, el británico criticó la forma en la que los jueces se "involucran" en los partidos. "Siempre encuentran la manera de involucrarse, son buenos en eso. En esta superficie (polvo de ladrillo) se meten mucho cuando no hay necesidad de hacerlo".
De todos modos, Evans hizo hincapié en que el fallo del juez de línea no fue la razón por la que perdió el partido. Por lo pronto, Thanasi Kokkinakis fue el vencedor del encuentro y en la segunda ronda espera por el ganador del duelo entre Stan Wawrinka (88°) y Albert Ramos (66°).
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