Al pasto nunca se lo puede subestimar. Como superficie, en el tenis, hay que tener más recaudos de lo normal y lo sintió Tommy Paul en plena final contra Francisco Cerúndolo en Eastbourne.
Con ventaja de 4-0 en el segundo set, el estadounidense hizo un esfuerzo extra que lo llevó a contraer la pierna izquierda. Evidentemente una molestia muscular que, fisio mediante, no le impidió continuar con el match.
Su suerte estaba echada pero logró mantener la ventaja y cerrar el set 6-1 para definir el torneo en el último parcial.
Con Wimbledon a la vuelta de la esquina nadie quiere arriesgar nada pero es una final. Y Tommy Paul va.