El irregular partido de Carlos Alcaraz (N°1 del ranking ATP) frente a Hubert Hurkacz de octavos de final fue un síntoma de lo dificultoso que está siendo su Masters 1000 de Toronto hasta ahora. Y en el encuentro frente a Tommy Paul (14°) de cuartos de final volvió a pasarle lo mismo. Esta vez descargó su enojo como nunca antes se lo había visto.
Tras perder el primer set a través de una doble falta, fue a sentarse a su silla y tiró la raqueta al piso. Una reacción que no se le había visto al murciano desde que comenzó su carrera profesional hace cinco años.
Luego, tras perder el tercer game en el segundo set se gritó a sí mismo, "¡No puedo jugar al tenis así!". Lo cierto es que Alcaraz ha estado muy errático, apurado e indeciso más allá de mostrar momentos propios de su jerarquía, tal vez, extrañando la presencia de Juan Carlos Ferrero en el palco de su equipo.