Daniil Medvedev no la estaba pasando del todo bien en su debut en el Masters 1000 de París. Había perdido el primer parcial frente a Grigor Dimitrov y se le había escapado un doble set point en el segundo. Eso, sumado a los gritos del público, lo hizo protagonizar uno de los momentos más virales del torneo.
Había sido 6-3 para el búlgaro en la primera manga, pero en el segundo set el ruso se recuperó y estaba 5-4, 15-40 (al saque Dimitrov). Es decir, tenía en sus manos la chance de nivelar el partido. De todos modos, el búlgaro inventó algunas genialidades y salió del apuro para llegar al 5-5.
No había cambio de lado, por lo que el de Moscú, que ya venía acumulando bronca, debía servir. Y fue en ese preciso instante cuando comenzó a recibir gritos de parte del público y eso no le gustó para nada. En lugar de esperar a que baje el ruido, comenzó a hacer gestos elocuentes y se marchó directo a su banco. "Si no se callan, no saco", repetía. El umpire aguantó una, dos veces, pero a la tercera le dio un warning que lo obligó a regresar.
Finalmente, Medvedev terminó ganando en tiebreak el segundo set y llegó al tercero para definir el partido de segunda ronda frente a Dimitrov, un tenista resurgido que está mostrando un gran nivel este año.
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