Novak Djokovic nunca habla por hablar. Y esta no fue la excepción. El serbio dejó varios títulos en una interesante entrevista.
Es particular la motivación que encontró a partir del surgimiento de Carlos Alcaraz, por caso. "Podría explotar muchas veces, podría gritar en la cancha, pero prefiero reiniciarme y regresar”.
“Mi motivación adicional está en esos jóvenes que tienen hambre de éxito y están inspirados para jugar lo mejor que puedan contra mí. En cierto modo, ellos despertaron la bestia que hay en mí. Carlos Alcaraz es el jugador más completo que he visto en mucho tiempo, perder en Wimbledon me molestó tanto que luego tuve que ganarlo todo en Norteamérica (risas). Esta rivalidad es una gran oportunidad para esforzarme más que nunca. Sin duda, he roto muchas raquetas durante mi carrera, no estoy orgulloso de ello. Me avergüenzo de mí mismo cuando hago esto, pero al mismo tiempo me acepto como un ser humano con defectos”, le dijo al programa de televisión 60 minutes.
Sin dudas, esta renovación ayudó a reforzar su trabajo mental: “No es una virtud con la que haya nacido, es algo que se trabaja. Yo la vengo trabajando durante años, hay diferentes técnicas, como la respiración consciente, esta es una parte fundamental. Especialmente, en momentos en los que estoy bajo presión. Hay momentos en los que puede parecer que estoy tranquilo y centrado, pero quizá se está generando una tormenta dentro de mí. La mayor batalla siempre está dentro de uno, donde tenemos nuestras dudas y miedos. Lo siento en cada partido, es imposible pensar siempre en positivo o ser optimista todo el tiempo”.
También reveló detalles extratenísticos... Es que ni en los descansos se relaja el número uno del mundo: “Hay mucho contacto visual, eso siempre. Cuando cambiamos de lado y nos sentamos durante los descansos, por ejemplo, siempre hay una pantalla que muestra al rival bebiendo agua. Yo siempre lo miro, quiero ver cómo bebe agua, si está sudando más de lo habitual, cómo respira. También observo cómo se relaciona con su equipo, hay muchos factores diferentes que pueden afectar y lo disfruto más cuando tengo un buen apoyo del público”.
¿Futuro político? Más allá de su interés por representar siempre al país, por ahora lo descarta. “No tengo ninguna aspiración política en estos momentos, no creo que sea un mundo en el que pueda gobernar o ser el indicado. Pero creo que mi popularidad en el país y en la región se puede utilizar para otras cosas, para contribuir a la vida y la sociedad”.