Pese a empezar con el pie izquierdo y ceder en dos parciales en su compromisto por cuartos de final en el Miami Open, el tenista chileno Nicolás Jarry (23°) le presentó batalla al ruso Daniil Medvedev (4°), que reconoció la dificultad del cruce de una inusual manera.
Tras una primera manga luchada durante los games iniciales, etapa en que el campeón defensor aprovecharía su categoría para adelantarse, el nacido en Santiago, de 28 años y 198 centímetros de estatura, presentó una mayor consistencia en su juego, manteniendo inmutable su servicio, registrando 88% de puntos ganados con su primer saque, para coquetear con una oportunidad de quiebre, forzar el tie-break y esperanzarse con la igualdad en el marcador.
Sin embargo, el ex número 1 del mundo, también de 28 y campéon defensor, que desperdiciaría dos match points, cumpliría con el refrán que reza "la tercera es la vencida" para sellar el pase hacia semifinales, saludar a su aguerrido oponente en la red y dirigirse hacia el lente de la cámara, donde firmaría "nada fácil".
En la próxima instancia, el pupilo de Gilles Cervara, dueño de 20 títulos, enfrentará al italiano Jannik Sinner (3°), que atraviesa el mejor momento de su carrera, buscando tomarse revancha de la derrota en la final del Abierto de Australia.
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