Pese a tratarse de uno de los jugadores más amables y tranquilos del circuito, el tenista polaco Hubert Hurkacz (8°) protagonizó un irreconocible pedido este domingo, en la apretada derrota 7-6 (5), 6-4 y 7-6 (3) contra el búlgaro Grigor Dimitrov (10°) en octavos de final de Roland Garros.
Luego de solicitar unos minutos antes por el supervisor, considerando que la umpire omitía un pique en el polvo de ladrillo francés, el nacido en Breslavia, de 27 años y 196 centímetros de estatura, se dirigió visiblemente molesto hacia su banco en el cierre del tercer set, instante en que comenzó a gesticular, previo a comunicarse directamente con su experimentado rival: "¿Quieres hacer un cambio? ¿Quieres continuar con la chica de aquí o estás bien? Tú decides si continuamos con la jueza de silla".
"Honestamente depende de tí", respondió incrédulamente el ex número 3 del mundo, de 33 y dueño de 9 títulos, que posteriormente se acercaría hasta el reciente campeón en Estoril, donde estrenó su palmarés en arcilla, intentando calmar las aguas en la coqueta Suzanne Lenglen para cerrar el disputado match en prácticamente tres horas de peloteo.
De esta manera, el amo de un privilegiado revés a una mano se metió por primera vez entre los ocho mejores en el Grand Slam galo, en el cual registraba 13 presentaciones, totalizando 17 triunfos y 13 derrotas, siendo octavos de final, en 2020 y 2023, su mejor desempeño: "Siempre quise acceder hasta la segunda semana aquí, pero Roland Garros era el único Grand Slam que creía que no sería posible. Hoy, 15 años después, lo logré".