La historia siempre recordará al 15 de agosto de 2004 como el día en que Rafael Nadal se coronó por primera vez en un torneo ATP.
Pasaron 20 años de aquel 6-3 y 6-4 a José Acasuso sobre el polvo de ladrillo de Sopot, Polonia, en el que un jovencito español de tan solo 18 años dio inicio a una larga y laureada historia.
Una historia que de a poco llevó a un atrevido de pelo largo a hacerse conocido en todo el mundo por su tenis explosivo. El título en Sopot es, sin dudas, uno de esos que nunca olvidará: ganó de punta a punta sin ceder ningún set en el certamen. Y el trofeo está expuesto en su museo como una de las principales reliquias del jugador.
Fue el inició de una carrera llena de logros, 92 torneos ATP de los cuales 22 fueron Grand Slams.
En el polvo de ladrillo fue donde siempre se sintió más cómodo. Festejó 14 veces en Roland Garros (récord absoluto) y completó un total de 63 en esta superficie, superando a Guillermo Vilas como el máximo ganador.
El exnúmero 1 del mundo, actualmente 158 del ranking, tenía tan sólo 18 y dos meses, pero era ya la segunda final de su carrera (había perdido la primera meses antes en Auckland frente a Dominik Hrbaty) y sólo necesito 64 partidos oficiales para ganar un título. Simplemente Rafa.