Jannik Sinner (1° del ranking mundial) se consagró campeón del Masters 1000 de Cincinnati este lunes al derrotar a Frances Tiafoe (20°) en la final por 7-6 (4) y 6-2, un título que además de seguir abultando su vitrina llega como una bocanada de aire fresco en la previa del US Open y con todas las dudas sobre su estado físico.
Luego de un primer set sumamente parejo, en el que no lograron quebrarse el servicio, el italiano infló el pecho gracias a un meticuloso tie-break y ya en el segundo parcial salió a comerse la cancha.
Los errores del sorprendente local también empezaron a incrementarse, a la vez que la precisión quirúrgica del líder del ordenamiento se potenciaba punto tras punto. Y esa sed de campeón lo llevó a sumar su quinto título de la temporada, el segundo M1000 del año, el tercero de su carrera y el primero en el cemento de Ohio.
Sinner cierra un gran campeonato en Estados Unidos, donde llegó con ciertas dudas sobre su condición física, que él mismo dijo que lo veía como una preparación para el US Open, aunque terminó conquistándolo de punta a punta.
En su camino hacia el título derrotó a importantes rivales en las rondas decisivas: Alex Michelsen (52°) en la primera rueda; en octavos avanzó directamente por el walkover del australiano Jordan Thompson (33°); en cuartos venció al ruso Andrey Rublev (6°) en tres sets, al igual que en semifinales al alemán Alexander Zverev (4°). Y ahora arrasó con Tiafoe en la final.
De esta manera, el pupilo de Simone Vagnozzi y Darren Cahill arribará a Nueva York con un nuevo trofeo bajo el brazo, que le inyectará confianza y esperanza para coronarse por segunda ocasión en un Grand Slam, después de su gesta en el Abierto de Australia en enero pasado.