El Australian Open vivió otra jornada clásica de Novak Djokovic (7º ATP). Mientras enfrentaba a Tomas Machac (25º) en la tercera ronda, el serbio, siempre fiel a su estilo, tuvo un inesperado duelo extraoficial: no contra su rival, sino con un espectador un poco ruidoso.
Los gritos del fan no pasaron desapercibidos y Djokovic, campeón de 24 Grand Slam y diez veces ganador en Melbourne Park, respondió con miradas serias y gestos desafiantes, generando rispidez y una tensión evidente minutos antes de servir para finalizar el encuentro. Pero como en todo buen drama, la historia terminó en comedia.
Después de su victoria, que lo llevó por 17ª vez a los octavos de final en el primer Major del calendario, el ex número 1 del mundo tomó el micrófono y demostró que su humor nunca pasa de moda. Mientras daba detalles de su victoria, la mejor en lo que va del torneo, recibió otro comentario del espectador, esta vez sin agresión, a lo que el pupilo de Andy Murray, de 37 años de edad, bromeó.
"Perdón, amigo, tengo esposa, pero podemos tomar una copa. Aunque, por lo que veo, quizá ya te has tomado unas cuantas. Él y yo estuvimos discutiendo durante el encuentro, pero estoy feliz de tomar una copa con él. Ahora que el partido ha terminado, creo que podemos reflexionar bien sobre lo que nos dijimos durante el partido."
Novak Djokovic, sinónimo de tenis, también es un verdadero showman dentro de la cancha que despierta amor y odio. En la siguiente ronda se medirá con el checo Jiri Lehecka, 24º del mundo.
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