En un partido que tuvo todo tipo de condimentos, Jannik Sinner (1°) logró imponer su jerarquía ante el siempre competitivo Holger Rune (13°), al que venció en los octavos de final del Australian Open por 6-3, 3-6, 6-3 y 6-2.
Durante las dos primeras mangas, ambos jugadores se repartieron el dominio del juego, con el danés como protagonista principal, ya que inició errático, pero subió considerablemente el nivel para igualar las acciones.
El tercer set comenzó muy parejo y, apenas pasado el quinto game, el N°1 del mundo debió pedir asistencia médica por un visible malestar. Algunos temblores en la mano y complejidades para pisar por momentos lo llevaron a tomar la decisión de recurrir a la ayuda externa y fue tratado en el vestuario. Tras este parón, regresó a la cancha, logró dejar atrás el mal momento y se llevó el parcial para tomar la delantera en el partido.
Con la ventaja para el italiano, y actual defensor del título, se puso en marcha el cuarto set, pero no duró mucho por un insólito episodio: la rotura de la red en el segundo game. Luego de 20 minutos, se solucionó el problema, que obligó a los jugadores a regresar a los vestuarios, y el italiano selló un quiebre crucial que lo adelantó por 2-1 y jamás le permitió la reacción al danés. Así, se adueñó de su 11 triunfo en fila en este certamen, contabilizando lo hecho en la pasada temporada.
Gracias a esta victoria, avanzó a cuartos de final, donde se medirá con Alex De Miñaur (8°) o Alex Michelsen (42°) intentando prolongar la defensa del título logrado en 2024, cuando alzó el primer Grand Slam de su historia.
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