Alexandre Müller es la gran revelación del Rio Open 2025. Luego de dos derrotas consecutivas en la gira sudamericana de polvo de ladrillo (en Rosario y Buenos Aires), llegó a Brasil sin demasiada confianza. Sin embargo, encontró su mejor tenis en el momento justo: venció consecutivamente a Joao Fonseca, campeón la semana pasada, y a los argentinos Tomás Etcheverry, Francisco Cerúndolo y Francisco Comesaña. Y ahora confesó por qué se motiva tanto frente a rivales nacidos en Argentina.
"Me dolió mucho perder la final del mundo de fútbol así que intento tomarme revancha: quiero hacer un poco feliz a las personas (de mi país)", contó el jugador ubicado en el puesto 60 del ranking, luego de su último éxito ante Comesaña. Argentina le ganó a Francia la Copa del Mundo de Qatar 2022 por penales y esa rivalidad se trasladó a otros deportes, entre ellos el tenis.
¿De dónde viene el fanatismo de Müller por el fútbol? Él, de chico, quiso probar suerte con la pelota Nº 5 antes de empuñar una raqueta. No obstante, se decidió por su actual profesión. Cada vez que puede asiste al estadio del Olympique de Marsella, el club al que sigue, y Cristiano Ronaldo es su ídolo.
Campeón en el ATP 250 de Hong Kong de principio de año, Müller se convirtió en el primer tenista en alcanzar dos finales en superficies diferentes (cemento y arcilla) en este 2025. Y este domingo, desde las 17.30 (Disney+), buscará alzar la corona en Río de Janeiro. Nuevamente, tendrá un argentino enfrente: Sebastián Báez (31º), a quien nunca enfrentó.
Al francés nacido en Poissy hace 28 años se le da bien con los argentinos. Tanto es así que desde 2020 en adelante disputó 29 partidos ante ellos, con un récord positivo de 22-7.
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