Cuanto menos extraño. Tras apenas tres puntos de la semifinal del Madrid Open, Casper Ruud (15°) se acercó al umpire y pidió al fisioterapeuta por una afección en el pecho y la espalda. Todo, todo a la vista e incertidumbre de Francisco Cerúndolo.
Sin consecuencias mayores en el corto plazo, el noruego evidentemente sintió algo en la entrada en calor. Masajes en el plexo y algo de medicación asistida por los profesionales de turno.
El estadio recibió el aviso del juez de silla. Esperó los tres minutos con música de fondo y volvió a aplaudir a los protagonistas cuando éstos regresaron a la cancha.
Tras la pausa médica pudo reanudarse el partido. Luego se solicitó cerrar el techo del estadio principal Manolo Santana. Muchos condimentos. ¿Cómo se desencadenarán los hechos?
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