Novak Djokovic llegó a Ginebra con 37 años, 99 títulos sin victorias sobre arcilla en la temporada y dudas en su futuro. Y se va con toda la alegría, 38 años y el objetivo cumplido: cantó los 100.
El serbio necesitó de una remontada y de una gran resistencia para superar al polaco Hubert Hurkacz, que no había perdido set hasta la final, por 5-7, 7-6(2) y 7-6(2), y lograr el torneo de Ginebra.
El historial entre Djokovic y Hubi estaba 7-0 a favor del serbio y el serbio aprovechó la paternidad.
El serbio, que no lograba triunfar en un torneo del circuito desde noviembre del 2023, cuando conquistó el Masters 1.000 de París y las Finales ATP, tardó tres horas y ocho minutos en enderezar el partido.
El ganador de 24 títulos del Grand Slam, 40 Masters 1.000 y siete Finales ATP, añadió Ginebra a su cosecha y se situó como el tercer jugador de la historia con más trofeos logrados, solo por detrás del suizo Roger Federer, que se retiró con 103 y del estadounidense Jimmy Connors, el que más trofeos ha logrado, con 109.
Novak Djokovic ahora apunta al segundo Grand Slam del año como flamante miembro del selecto 'club de los cien', uno de los pocos registros que faltaban por cumplimentar al mejor jugador de la historia.
A la tercera fue la vencida y Djokovic, con nuevo cuerpo técnico, en manos de Dusan Vemic y Boris Bosjankovic, no desperdició una nueva final para ese logro. Lo tuvo en la mano en Shangai, el pasado año, pero no pudo con el número uno del mundo, el italiano Jannik Sinner; y meses atrás acarició otra vez el objetivo pero fue superado en la final del Masters 1000 de Miami por el checo Jakub Mensik.