Novak Djokovic fue protagonista de una situación muy peculiar en su estreno en Roland Garros. Es que el serbio, que tenía como rival del día a Mackenzie McDonald, se enfrentó con el umpire del partido y el supervisor por las condiciones en las que estaban jugando. Es que la lluvia y el viento también irrumpieron en el court central.
El tenis no estuvo ajeno a las condiciones climáticas adversas que están azotando a París. El agua y las fuertes ráfagas dijeron presente en la Philippe-Chatrier y fue motivo suficiente para que Nole se acerque al juez de silla para reclamar que cierren el techo de la cancha.
Frente a esta situación, el umpire no tomó una decisión y decidió llamar al supervisor para hablar con Djokovic. Tras una charla que duró varios minutos, donde el balcánico manifestaba que el viento y la lluvia le iba hacia los ojos generándole una molestia, el réferi comunicó por altavoz que iban a esperar un tiempo prudencial a ver si la situación mejoraba sin cerrar el techo.
Sin embargo, el juego se reanudó. Djokovic quebró el saque de McDonald y, al ponerse 4-2, su rival fue quien frenó el partido. Nuevamente el umpire y el supervisor fueron los protagonistas en una discusión que no parecía llegar a buen puerto. No obstante, los jugadores ganaron su lucha y el techo empezó a cerrarse mientras se disputaba el último game.
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