Día y momento especial en su genial carrera. Rafael Nadal cumple 39 años y esta vez no festeja en su segunda casa, en el tradicional Roland Garros. Aunque, penas días atrás, el Grand Slam francés lo celebró con un homenaje por ser el tenista más importante de este certamen. Esto último está reflejado en los números.
Desde 2005, el español festejó casi siempre su cumpleaños participando en Roland Garros, siempre ubicado entre los siete primeros del ranking de la ATP, algunas veces como N°1 del mundo, y como protagonista de lujo. En 2009 (cayó en octavos de final, ante el sueco Robin Soderling) ya hizo las maletas y dejó Francia previo a su cumpleaños. Igual en 2016, cuando no se presentó a jugar debido a una lesión (frente a su compatriota Marcel Granollers, en la tercera ronda).
La otra oportunidad que no pasó un 3 de junio en pleno Roland Garros fue en 2020, cuando la pandemia del Covid-19 llevó a disputarse el certamen entre septiembre y octubre, cuando también él lo ganó.
Por eso, Nadal es el hombre récord del Abierto de Francia, en su aliado polvo de ladrillo (la tierra batida, para los españoles), con 112 triunfos y apenas cuatro derrotas y la marca máxima de la historia en cuanto a títulos de un tenista (hombre o mujer) en un mismo Grand Slam, con sus 14 copas.
Por eso es tan especial esta vez su cumpleaños. Ya no tiene ranking ni puntos que defender. Una familia por cuidar (espera su segundo hijo) y una placa que lo inmortalizó en el court Philippe Chatrier en el Bois de Boulogne. Por eso se trata de una fecha especial para él a la vez que festeja con su esposa, su hijo, familiares y amigos.
Pero la razón por la que permanecerá en los corazones de todos los fanáticos del tenis va mucho más allá del tenis. Se trata de la amabilidad y el respeto que brindó a fanáticos, rivales y al deporte propiamente dicho. Hoy ya no llorará. Hoy será todo sonrisas.
