Novak Djokovic (5° ATP) volvió a demostrar que está más vigente que nunca. Con 38 años se recuperó de un comienzo adverso y derrotó en cuartos de final de Roland Garros al alemán Alexander Zverev (3°) por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4 para instalarse por 13° vez entre los mejores cuatro del torneo parisino y quedar a dos partidos del título 25° de Grand Slam.
El nacido en Hamburgo no pudo pedir un comienzo mejor. Quebró en el primer game del partido y fue capaz de administrar sin fisuras esa tempranera ventaja para llevarse el primer set e ilusionarse con su sexto triunfo frente al legendario serbio.
La segunda manga comenzó muy pareja, pero poco a poco el balcánico comenzó a tomarle el pulso a Zverev y conectar tiros muchos mas limpios. El drop shot se transformó en el mejor aliado de 'Nole', que, con un quiebre clave a mediados del parcial, igualó el marcador y levantó a la Philippe Chatrier.
Esa situación pareció haber sido un punto de inflexión en el juego para ambos jugadores. En primera instancia, porque el dueño de 100 trofeos en el circuito creció aún más y siguió presionando como lo había hecho en el set anterior y luego porque el último finalista de este torneo sintió de lleno el impacto. El lenguaje corporal del teutón indicaba que estaba siendo realmente superado y no encontraba respuestas para frenar el vendaval de tenis del de Belgrado, que pasó al frente en el score por 2-1.
Adueñado completamente de la escena, el 24 veces campeón de Grand Slam no le dio lugar a la remontada al ya para entonces frustrado Sascha, que levantó el nivel nuevamente y salvó algunos match points para amagar con la remontada sin éxito, permitiendo que el ex N°1 del mundo acceda por 51° oportunidad a semifinales de un torneo grande.
Será el italiano Jannik Sinner (1°), verdugo del kazajo Alexander Búblik (62°), su rival por un lugar en la gran definición del torneo.
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