Cada persona es un mundo y lidia con sus propias batallas internas. A raíz de su visibilidad, los tenistas en muchas ocasiones exponen problemas que atraviesa gran parte de la población, tal como la británica Emma Raducanu (38ª), quien este martes rompió en llanto al remontar un partido adverso contra la estadounidense Ann Li (64ª) en primera ronda del WTA 250 de Eastbourne.
"Quiero agradecer al público por estar conmigo en los momentos díficiles. Realmente significó mucho para mí y estoy muy orgullosa por cómo luché después de perder el primer set. Fue un partido duro, ella metía winners por todos lados y estaba muy ventoso", aseguró la nacida en Toronto, Canadá, de 22 años, al pie de la cancha central, luego de vencer 6-7 (5), 6-3 y 6-1 a la de Pensilvania, de 24.
Un revés paralelo ganador significaría el 16° éxito de la temporada, tercero sobre césped, y la posterior emoción para la campeona del US Open 2021, la cual arrojaría inmediatamente su raqueta y se tomaría el rostro mientras sollozaba para dirigirse hacia la red y ensayar el tradicional saludo final, previo a apretar bien fuerte el puño y levantar los brazos en señal de agradecimiento.
"Me gustaría no hablar sobre eso pero recibí noticias realmente malas así que estoy tratando de recuperarme. En el primer set no estaba presente mentalmente", reveló la séptima sembrada, hija de padre rumano y madre china, a la cadena BBC, justificando su sorpresiva reacción sobre el césped de su país.
Posteriormente, la ex número 10 del ranking mundial femenino, quien generó un revuelo al confirmar que participará con Carlos Alcaraz (2°) en dobles mixto del US Open y este miércoles enfrentará a la juvenil australiana Maya Joint (51ª), destacaría la presencia de su compatriota Francesca Jones (125ª) en su box: "Estuvo aquí para mí porque es una gran amiga mía. Ella sabe qué está pasando detrás de cámara. Tener su apoyo fue muy significativo".
