Cuando la suerte parecía estar del lado de Grigor Dimitrov, la diosa de la Fortuna inclinó la balanza para el lado de Jannik Sinner. Es que el búlgaro, después de estar ganando el duelo por dos sets arriba frente al número uno del mundo, que también tuvo que ser asistido por los médicos, sufrió una impactante lesión que le generó llanto y dolor. De esta manera, su físico lo forzó a retirarse en los octavos de final de Wimbledon.
El partido parecía controlado. Dimitrov llevaba la ventaja de 6-3 y 7-5, con el tercer set empardado en dos iguales. Pero cuando el veterano de 34 años tuvo el servicio de su lado, una sorpresiva lesión apareció en su cuerpo.
Un momento desconcertante en la Cancha Central de Wimbledon.
Todo ocurrió muy rápido. Cuando se estaba jugando el tercer juego de la tercera manga y el búlgaro llevando la ventaja 40-15, este último ejecutó su saque y concretó un ace. Pero después de eso, inmediatamente se tiró al piso, se agarró su axila y se tiró al piso.
A raíz de una fuerta molestia en el pecho, el búlgaro, que ganaba 6-3, 7-5 y 2-2, se retiró frente al italiano en octavos de final.
Allí fue cuando comenzó la preocupación. Los médicos corrieron hacia el lugar rápidamente y Sinner se cruzó a su lado del campo para asistirlo y preguntarle que había ocurrido. Los gestos que siguieron fueron de impacto: lágrimas de dolor y gestos pocas veces vistos en una cancha de tenis.
Después de la asistencia, que tuvo ayuda del número uno del mundo, el búlgaro fue al vestuario. Sin embargo, cuando se esperaban buenas noticias, fue a saludar al italiano y abandonó en un partido que lo tenía como claro favorito a meterse entre los ocho mejores de Wimbledon, después de los dos primeros sets. De esta forma, Jannik accedió a los cuartos de final y chocará frente a Ben Shelton.
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