Novak Djokovic volvió a demostrar su vigencia tras imponerse al estadounidense Taylor Fritz en los cuartos de final del US Open, con parciales de 6-3, 7-5, 3-6 y 6-4 y muchos condimentos.
El serbio selló su pase a semifinales en un ambiente intenso dentro del Arthur Ashe Stadium, donde no solo tuvo que enfrentarse a la resistencia de su rival, sino también a ciertos roces con el público neoyorquino.
Durante el tercer set, cuando Fritz logró recuperarse y quedarse con la manga, una parte de la grada comenzó a manifestarse de manera más ruidosa en favor del jugador local. Djokovic, visiblemente incómodo con algunas reacciones, no dudó en dirigirse hacia los aficionados y expresar su descontento, lo que añadió un matiz extra de tensión a un partido ya cargado de emociones.
En palabras a la prensa serbia difundidas por SportKlub, Novak Djokovic explicó sus roces con el público. "Hubo momentos entre saques en los que la gente no me dejaba continuar, gritando, vitoreando y aplaudiendo. A veces se pasaban de la raya, y eso me molestaba, pero aún más cuando el juez de silla tardaba quince minutos en pitar. Desde el momento en que lo hizo, todo mejoró. No presioné a Dumosois por diversión, sino porque debería haber hecho mi trabajo primero", dijo el serbio .
El episodio no sorprendió del todo, ya que el serbio ha tenido a lo largo de su carrera una relación ambivalente con el público del US Open. Si bien ha disfrutado de grandes ovaciones en Nueva York, también ha lidiado con silbidos y favoritismos hacia sus rivales, especialmente cuando se enfrenta a tenistas estadounidenses.
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