MOSCÚ -- Después del sorpresivo anuncio de doping de Maria Sharapova, empiezan a surgir las repercusiones en el mundo del tenis.
Una voz que se subió de inmediato al debate fue la de Shamil Tarpischev, el visceral -y muchas veces polémico- presidente de la Federación Rusa.
"Siento que es todo un sinsentido. Los deportistas consumen lo que les dan los doctores o los fisioterapeutas", expuso en medios locales como defensa de Sharapova.
Y proyectó: "Habrá que ver cómo evoluciona la situación. Pero yo pienso que Maria igualmente podrá jugar los Juegos Olímpicos".
Hasta el momento, no se dio a conocer el tiempo de sanción que deberá afrontar la ex-N°1. En un comunicado oficial, la ITF solo atinó a puntualizar que la suspensión empezará a correr efecto desde el 12 de marzo.
"La pena en estos casos puede ascender hasta cuatro años", remarcó John Haggertey, uno de los abogados de la jugadora, en diálogo con USA Today. "Pero hay ciertas circunstancias que pueden mitigar ese tiempo, hasta hacerlo desaparecer por completo. Aún estamos determinando cuál será la apelación".
En ese contexto se erige la chance de ver a Sharapova en los Juegos Olímpicos. Curiosamente, su última participación en el circuito había sido semanas atrás en Fed Cup, simplemente para cumplir con los requisitos rumbo a Río de Janeiro. De hecho, no disputó un solo punto en la eliminatoria ante Holanda.