Alex de Miñaur obtuvo su tercer título en el año tras vencer en la definición del ATP 250 de Zhuhai al francés Adrian Mannarino por 7-6 (4) y 6-4 en dos horas y cinco minutos de partido.
El entrenado por Adolfo Gutiérrez, y que en algunos pasajes de la temporada fue acompañado por su compatriota Lleyton Hewitt, sacó a relucir todo su repertorio: grandes contraataques, explosión y velocidad de piernas y, por sobre todas las cosas, esa constante intensidad que le valió la comparación con el ex número 1 del mundo.
Al obtenido en suelo chino, el catálogo 2019 de De Miñaur suma otros dos trofeos en continentes repartidos, aunque siempre en cachas duras: el bautismo en Sídney y el incio de la recuperación con título en Atlanta, luego de un vaivén de problemas físicos y flojos resultados.
En Zhuhai, además, el camino del australiano tuvo un plus: en Sídney y en Atlanta se había consagrado sin enfrentarse a un solo Top 30 (de hecho, hasta el reciente US Open nunca había vencido a un Top 20). En China, debió sortear a Andy Murray, Borna Coric (14°) y Roberto Bautista (10°) camino a la coronación.
De esta manera, el "demonio" sigue demostrando por qué es uno de los serios candidatos a luchar por los mejores torneos del mundo en un futuro no muy lejano.