<
>

Jarry demostró su inocencia en el doping, pero fue suspendido 11 meses

Nicolás Jarry demostró ante la ITF que las vitaminas que ingirió estaban contaminadas y que dicha contaminación se produjo en los laboratorios que las producían, sin intención alguna de engañar o sacar ventaja deportiva, lo que corrobora una vez más la versión que en todo momento ha mantenido el tenista chileno. Igualmente, fue sancionado por 11 meses del circuito.

Quedó demostrado también que Jarry tomó medidas para asegurarse que el laboratorio brasileño era seguro, incluso envió un médico para cerciorarse. Pero el de Santiago acepta la sanción de 11 meses, dado que continuar con el proceso legal sumaría incertidumbre respecto de su regreso a la competición.

Aunque la ITF reconoce la inocencia de Jarry, según las reglas del organismo internacional el tenista es el responsable final de todo lo que ingiere por lo que, a pesar de las pruebas aportadas, Jarry acepta la responsabilidad por su ingesta involuntaria. Por eso, podrá regresar a las canchas el próximo 16 de noviembre, 2020.

Las reglas de la ITF son claras en tanto en cuanto los jugadores son los responsables últimos de las sustancias que se encuentren en su organismo, por lo que habrá una sanción, aunque se demuestre, con es el caso de Jarry, que se ha producido una contaminación cruzada.

Dentro de estos casos la sentencia puede ser entre 0 y 24 meses. A pesar de haber demostrado que la contaminación se produjo en el laboratorio, la naturaleza de las sustancias y la jurisprudencia anterior de casos similares y sus sanciones, ha empujado a que la sanción sea de 11 meses.

Si comparamos esta sentencia al caso de Farah, la ingesta de carne contaminada comprada en un supermercado fue el origen de la presencia de boldenona en su sangre, pero se considera que la venta y consumo de la carne es libre, mientras que, en el caso de Jarry, fueron vitaminas producidas para él.

Como se refleja en la documentación completa del caso publicada por la ITF en su página web, el organismo señala que se publicó en su web y en la de ATP una advertencia sobre laboratorios en América Latina en septiembre de 2019. Jarry reconoció nunca haberla visto, dado que si lo hubiese hecho habría dejado de trabajar con el laboratorio brasileño y en consecuencia jamás habría ingerido las vitaminas contaminadas, que fueron las responsables de que haya dado el test positivo