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Djokovic-Federer, en Wimbledon 2019: final épica y con pimienta especial

Drama. Emoción. Alegría. Desazón. Historia. La final masculina de Wimbledon 2019 tuvo de todo. Y quedará grabada por mucho tiempo, para bien, en las retinas de Novak Djokovic y sus fanáticos, aunque para mal en el corazón de Roger Federer y sus seguidores. Se jugó a pleno adentro y siguió afuera del court central del All England Club de Londres con polémicas. En fin, un partido que se recuerda aún más por estos días, sin acción en el tradicional césped de La Catedral debido a la pandemia del coronavirus.

Djokovic, tal cual figura hoy, era el N°1 del mundo, y buscaba acortar la brecha con Federer en cantidad de copas de Grand Slam. Y lo logró. El suizo estaba 3° en el ranking ATP y llegó a esa finalísima con el plus motivacional del gran triunfo sobre el español Rafael Nadal (2°) en semifinal. Con casi 38 años encima, el helvético dio batalla y hasta dispuso de dos match points, con el saque a favor, con el marcador 8-7 y 40-15 en el quinto set, pero no pudo ser.

Finalmente, Djokovic venció a Federer por 7-6 (5), 1-6, 7-6 (4), 4-6 y 13-12 (3). Sí, épica, impresionante, inolvidable. Ese duelo se convirtió en la final más larga de la historia de Wimbledon, justo en el debut del supertiebreak, tras la igualdad 12-12. Fue el quinto títulos del serbio en el Major de Londres y al suizo se le esfumó la posibilidad concreta de haber aumentado el récord histórico a 21 coronas de Grand Slam y nueve en La Catedral.

Así, Djokovic alcanzó su 16° título de Grand Slam y se acercó más a sus dos principales rivales en el Abierto de Australia de 2020, para alcanzar 17, quedando a dos de los 19 de Nadal y a tres de los 20 de Federer. Esa final, entonces, tuvo cuatro horas y 57 minutos de acción, para transformarse en la más extensa de Wimbledon y una de las más dramáticas...

Aquel passing cruzado del serbio al suizo quedará grabado, en una de las chances que Federer no pudo concretar. Pero ese partido no sólo lo jugaron ellos dos, los verdaderos protagonistas, ya que después los padres de Djokovic volvieron a tratar de ganarse un lugar en los titulares y flashes, con declaraciones que encendieron aún más la polémica, remarcando diferencias entre ambas estrellas. Ellos sí hablaron, en contraposición a los papás del suizo, que se paran justamente en la vereda opuesta, con un perfil bajo.

Srdjan, el padre de Djokovic, dijo que su hijo jugó en un "ambiente hostil" esa final de Wimbledon, por el apoyo constante del público londinense hacia Federer. "Los espectadores iban contra él (...) Wimbledon es un torneo señorial, donde de verdad se presta la atención al comportamiento, el juego limpio, pero ese día faltó eso", expresó.

Además, Djokovic padre aseguró que su hijo le contó que decidió "no prestar mucha atención al ambiente hostil" y que de haber sido diferente "no hubiese resistido tantas horas en la cancha". Y contó que el hecho de que estaban contra él "supuso para Novak un estímulo adicional". "Esta vez no explotó y pudo triunfar", remarcó.

Para aumentar la temperatura, dijo que "Nole" demostró "en los últimos diez años que es por lejos el mejor tenista del mundo. Fue impecable su actitud con rivales, organizadores y el deporte. Su comportamiento fue fantástico. No lo digo porque soy su padre, sino porque es así: él no habla mal de nadie, a todos trata con respeto".

Por su parte, Dijana, la mamá del jugador serbio, lanzó: "Ese encuentro ante Roger en Wimbledon fue el más difícil del año pasado. En el estadio todos aplaudían a él y nosotros éramos solo un puñado de fans de Novak. No es agradable que Federer u otros me molesten en esos momentos, pero me molestó porque Roger es un poco arrogante".

Dicha rivalidad se potenció en una Copa Davis en Ginebra, en 2006. Pero en cuanto pueden, los padres de Djokovic aprovechan para criticar al suizo. Así y todo, Srdjan, en el contexto de la relación vivida post Laver Cup 2018, destacó: "Recientemente cambió su actitud. Lo pudimos ver incluso haciendo de entrenador de Novak, dándole consejos en la Laver Cup pero hace tiempo dije que Federer era un gran campeón pero un hombre pequeño y eso es algo que sigo pensando".

Y lo ratificó hace muy poco: “Roger no terminará siendo el mejor de la historia, por eso tiene tanta enemistad hacia mi hijo. Ambos tienen una relación de respeto, pero ¿por qué juega con 40 años? Porque no acepta el hecho de que Novak y Nadal sean mejores que él. Váyase a casa; el tenis no lo es todo en la vida. Federer es el típico suizo frío, un gran rival de mi hijo, y campeón, pero no lo suficiente bueno para compararse con Novak”.

Sin dudas, esa gran final de Wimbledon dejó dos facetas, la tenística entre dos grandes del deporte y la verborrágica posterior. Por eso, también sigue dando tanto de qué hablar...