El nivel es superlativo, digno de una final de Masters 1000, nada más ni nada menos que entre los dos mejores tenistas del mundo. En París, Novak Djokovic (1°) y Daniil Medvedev (2°) dejaron unos puntos que son imperdibles, para verlos una y otra vez.
La paridad fue la característica principal del encuentro, que mantuvo en llamas a París en todo momento, y el público fue testigo de grandes momentos. Un repaso por las mejores jugadas de la final.
La persistencia de Medvedev en el primer set fue clave para llevarse el set. La presión del N°1 del mundo fue constante, pero el ruso supo mantenerse con vida, resistir al intenso peloteo y ganar el punto. Este fue sensacional.
Un show de drops. Los recursos de uno y otro son variados, pero esta vez apostaron por lo mismo para entretener al público parisino.
Ya en el segundo set, con un Djokovic que intentaba recuperarse del golpe del primer parcial, el talento apareció en estado puro. La magia del serbio para regalar un espectáculo en París.
Lo que generaron Djokovic y Medvedev con este punto fue increíble. El estadio se vino abajo en una lluvia de aplausos.
Sobre el final del segundo set, tan bueno fue el punto que Djokovic se vistió de caballero para reconocer el talento del ruso.
Antes de ganar el segundo parcial, París se entretuvo con una seguidilla de puntos para el recuerdo. Y el público fue parte del show.