Pablo Prigioni, entrenador de la Selección Argentina de básquetbol, está con la mente en la AmeriCup que se disputa en Nicaragua entre el 22 y el 31 de agosto. Sin embargo, mientras preparaba al equipo para el torneo continental recibió una oferta que pudo haber modificado su otra tarea, ya que New York Knicks intentó que dejara su puesto de asistente en Minnesota Timberwolves para acompañar a Mike Brown, nuevo coach en la Gran Manzana.
Al argentino lo une un cariño especial por los Knicks, ya que fue el equipo en el que debutó en la NBA en la temporada 2012-2013 y allí estuvo hasta la mitad de la 2014-2015.
En una entrevista exclusiva con ESPN.com, Prigioni explicó: "Estuve muy cerca de ir a los Knicks, era una opción muy interesante, tenía mucha conexión con la franquicia, pero pensamos como familia que era momento de esperar, ya que a mi hijo más chico le quedan un par de años de high school y priorizamos eso a aceptar esa propuesta de trabajo. Son decisiones de vida que uno pone por delante y ya habrá posibilidad de ir a otro equipo o no".
Pablo comenzó su camino como entrenador asistente en la NBA en Brooklyn Nets, en la temporada 2018-2019. Desde la siguiente, y hasta hoy, lo hace en los Wolves. "Estoy contento en Minnesota. Pasamos de ser un equipo en reconstrucción a uno que lleva dos finales de Conferencia consecutivas. Eso me ha dado mucho aprendizaje que me sirve en muchos casos a lo que estamos haciendo en la Selección, así que me centro en hacer mi trabajo lo mejor posible en el rol que me toca ahora, y si en algún momento estoy preparado para algo más, bienvenido sea".
El regreso de Prigioni a New York tendrá que esperar. El recuerdo de aquella histórica campaña como rookie a los 35 años, la ovación en playoffs, el vínculo con Spike Lee y las luces de la gran ciudad lo tentaron, pero su tarea en Minnesota lo gratifica y lo hizo crecer.
