Entre sede, premios económicos y calendario, voces de la liga analizan qué funciona y qué debe cambiar del torneo de mitad de temporada.
Mientras los New York Knicks y el Orlando Magic daban inicio el sábado al primero de los dos partidos de semifinales de la Emirates NBA Cup en el T-Mobile Arena de Las Vegas, una gran cantidad de asientos vacíos —especialmente en la parte alta— se hacía notar en el recinto.
La NBA Cup, que atraviesa su tercera temporada, ha cumplido en gran medida con el objetivo que el comisionado Adam Silver se planteó cuando impulsó por primera vez el torneo de mitad de temporada. Ha logrado aumentar la atención sobre la NBA en el arranque del calendario, una etapa tradicionalmente dominada por el fútbol americano universitario y la NFL. Los jugadores también se han comprometido, aunque sea en parte por los más de 500.000 dólares que recibe cada integrante del equipo campeón.
Lo que no ha terminado de consolidarse es el ambiente en la recta final del torneo para definir al campeón. En parte por eso, la liga anunció en septiembre que la edición 2025 sería la última con semifinales disputadas en sede neutral, un reconocimiento de que el formato no generó la energía y el entusiasmo que la NBA esperaba.
Y parece que la liga evalúa otro cambio. Fuentes familiarizadas con la situación dijeron recientemente a ESPN que la NBA también está considerando sacar el partido por el título de Las Vegas.
Más allá del futuro del torneo en la ciudad, hubo muchas conversaciones en la previa de la final del martes por la noche entre los Knicks y los San Antonio Spurs. Desde la motivación que genera el premio económico y las frustraciones persistentes con el calendario, hasta la creciente tendencia de que las rondas eliminatorias sirvan como vitrina para el talento joven de la liga, esto es lo que jugadores y entrenadores han dicho sobre la tercera edición de la NBA Cup.
El cambio en las semifinales es bien recibido
Si el cambio de sede para las semifinales de la Cup hubiese comenzado esta temporada, esos partidos se habrían jugado en Orlando y Oklahoma City, ya que el Magic y el Thunder ingresaron a la fase de eliminación como los primeros preclasificados del Este y el Oeste, respectivamente. Ambos equipos perdieron el sábado en Las Vegas.
No sorprende que los dos entrenadores que se habrían beneficiado —Jamahl Mosley, del Magic, y Mark Daigneault, del Thunder— aprobaran la medida.
“Oh, absolutamente”, dijo Mosley con una sonrisa cuando le preguntaron sobre el cambio antes del partido del sábado. “¿Quién no querría tener la ventaja de local?
“Creo que es similar a los playoffs. Te ganás el derecho a ser el mejor sembrado… creo que eso es muy importante”.
Los cruces del sábado podrían repetirse en los playoffs de 2026. Orlando y Nueva York han disputado partidos intensos en las últimas temporadas, dando inicio a una rivalidad incipiente entre ambas franquicias. Mientras tanto, existe una larga historia entre Thunder y Spurs, que se enfrentaron en playoffs en 2012, 2014 y 2016. Las jóvenes estrellas Victor Wembanyama y Chet Holmgren se han medido en numerosas ocasiones, una rivalidad que comenzó hace más de cuatro años en el Mundial Sub-19 de la FIBA.
Imaginemos un escenario en el que Wembanyama, quien se había perdido los 12 partidos previos por una distensión en la pantorrilla, regresara en un ambiente de máxima intensidad en Oklahoma City, con el Thunder buscando extender su arranque histórico. O que el Magic tuviera un partido extra en casa para enfrentar a unos Knicks que podrían volver a cruzarse más adelante en los playoffs del Este.
“Es un buen cambio por parte de la liga, y es un incentivo adicional para los equipos”, dijo Daigneault. “Quieren que estos partidos de la Cup se sientan distintos. Obviamente, el premio en efectivo ayuda. La marca, la transmisión televisiva, que estén concentrados en noches específicas… todo eso suma.
“Pero también es un incentivo extra ir con todo si existe la posibilidad de ganar un partido adicional como local, sin duda”.
Derrotó 111-109 a Oklahoma y así terminó la racha de 16 victorias consecutivas del Thunder.
El dinero sigue siendo un factor motivador
En los últimos días, gran parte de la conversación giró en torno al premio económico para cada jugador y en qué gastarían el dinero si su equipo ganaba el torneo.
“[Jaylin Williams] nos recuerda la cifra exacta todos los días”, dijo el ala-pívot del Thunder Jalen Williams el viernes, un día antes de que OKC cayera ante los Spurs en una emocionante semifinal.
“Medio millón de dólares es mucho dinero, sin importar cuánto ganes. Es suficiente para motivarte y jugar duro”.
Tras asegurar San Antonio su lugar en la fase eliminatoria con una victoria sobre los Denver Nuggets, el alero Keldon Johnson dijo: “Por 500.000 dólares, jugaría tres partidos seguidos. Me estrellaría contra una pared”.
Uno de los principales incentivos entre los jugadores es darle a los compañeros con contratos two-way o a los jóvenes del final del roster la oportunidad de ganar dinero que puede cambiarles la vida.
“No hablamos tanto del valor real que tiene [para esos jugadores]», dijo el escolta de los Mavericks D’Angelo Russell. «Muchos tipos que no lo necesitaban tanto se motivaban sabiendo que esos compañeros iban a llevarse una parte del premio”.
Ese ha sido un mensaje recurrente en los últimos años, con LeBron James y Anthony Davis hace dos temporadas, y luego Damian Lillard el año pasado, hablando abiertamente de lo felices que estaban de ayudar económicamente a los jugadores del fondo del plantel.
“Muchos en la liga no ganan lo que ganan las superestrellas”, dijo el alero de los Suns Ryan Dunn. “Tener esa oportunidad es enorme para ellos”.
“Quieres ganar por esos muchachos”.
Sebastián Martínez Christensen y Leo Montero analizan el regreso a la acción de Víctor Wembanyama y de la espectacular y no menos sorprendente victoria de los Spurs para avanzar a la final de la NBA Cup.
El calendario —y las frustraciones por él— no cambiarán
Este mes, varios directivos se quejaron del calendario apretado mientras la liga intentaba encajar los partidos de la Cup en el inicio de la temporada.
El problema es que los datos no respaldan esas quejas.
Hasta los partidos del domingo por la noche, se habían disputado 354 encuentros esta temporada: cuatro menos que a la misma altura del año pasado y dos más que hace dos temporadas, antes de la incorporación del torneo de mitad de campaña.
Los tramos de cinco partidos en siete días siguen existiendo, como en temporadas anteriores, y en general disminuirán respecto a 2024-25. Sin embargo, con varios días libres en las últimas dos semanas para acomodar las rondas eliminatorias, esas fechas deberán recuperarse en algún punto de la temporada regular.
El viaje adicional fue una preocupación más inmediata para los equipos que jugaron en Las Vegas. El año pasado, Oklahoma City pasó de perder la final de la Cup a una gira consecutiva como visitante ante Orlando y Miami. El mes pasado, el entrenador de los Milwaukee Bucks, Doc Rivers, describió el desgaste que le supuso a su equipo ganar la NBA Cup 2024.
“La atención que recibe es increíble”, dijo Rivers. “Pero, por otro lado, el equipo que la gana suele sufrir después. Yo lo viví el año pasado. Es duro”.
Esta temporada, el Magic habría enfrentado una gira de 16 días si hubiese vencido a los Knicks el sábado, ya que Orlando inicia el jueves una gira de cuatro partidos por el Oeste ante los Denver Nuggets.
“Muévanlo a Nueva York”, dijo con una sonrisa el entrenador de los Knicks, Mike Brown. “Me gustaría eso. Que otro tenga que volar seis horas o lo que sea. De nuevo, Vegas es genial, pero moverlo…
“Al principio dudé de la Cup, dudé del play-in, y ambos han sido fenomenales. Así que realmente no sé de qué estoy hablando, lo voy a dejar en manos de Adam [Silver]”.
El foco de la Cup sigue siendo un trampolín
La temporada pasada, el Thunder estaba en las primeras etapas de su histórica campaña cuando llegó a Las Vegas para las semifinales de la NBA Cup. Aunque OKC jugó uno de sus peores partidos del año en la final ante los Bucks, Jalen Williams dijo que la experiencia ayudó al joven equipo a prepararse para los reflectores de las Finales de la NBA.
“Esto que pasa ahora, hacer ruedas de prensa, quedarme horas después de la práctica, es lo mismo que pasó en las Finales y en los playoffs”, dijo Williams el viernes. «Te da una buena referencia de lo que podés esperar.
“Lo más importante es aprender a usar bien el tiempo, saber cuándo tratarte físicamente y mantener la rutina. Acá lo practicamos”.
Quizá el mayor beneficio de la Cup ha sido permitir que equipos en crecimiento se muestren en un escenario más grande.
Hace dos años, cuando los Indiana Pacers vencieron a Celtics y Bucks camino a la final de la Cup ante los Lakers, Tyrese Haliburton emergió en el foco nacional. Esa experiencia ayudó a Indiana a prepararse para lo que luego sería una emocionante carrera hasta el séptimo partido de las Finales de 2025.
Incluso los Houston Rockets, pese a perder ante el Thunder en semifinales el año pasado, obtuvieron experiencia de alto nivel antes de una serie de siete partidos ante los Golden State Warriors en la primera ronda de playoffs.
Para equipos como Orlando, que no gana una serie de playoffs desde 2010, y San Antonio, que no clasifica desde 2019, la Cup representa la oportunidad de sentir la presión de un escenario a partido único.
“Es una oportunidad tremenda jugar en este escenario», dijo la estrella del Magic Paolo Banchero. "Se nota en todo lo que rodea al evento”.
Para los jóvenes Spurs y el entrenador Mitch Johnson, el camino hasta la final de la NBA Cup representa el mayor desafío que ha enfrentado el grupo.
“Creo que en cualquier aspecto de la vida, personal o profesional, la experiencia te da sabiduría”, dijo Johnson.
“Estamos tratando de tomar esto día a día, sabiendo que hay muchas incógnitas para muchos de nosotros, individualmente y como grupo… sin exagerarlo, pero permitiendo que sea una influencia positiva”.
Tim MacMahon, Dave McMenamin y Michael C. Wright, de ESPN, contribuyeron a este reporte.
