El capitán azul se encuentra en medio de una de sus mejores campañas a nivel de producción ofensiva en un momento de su vida en que el rendimiento de la mayoría de los atletas cae de manera significativa.
Jugar béisbol es difícil. Jugar béisbol cuando se está aproximando la edad de 40 años es todavía más complicado. Pocos son los nombres que se han mantenido productivos de forma consistente una vez cruzan el umbral de los 40 años, una edad en que el llamado “pico de carrera” de un beisbolista ha sido dejado bien atrás.
A pesar de esto, cada cierto tiempo aparecen atletas que desafían esa noción en mayor o menor medida. En el caso particular de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM), Emilio Bonifacio, capitán de los Tigres del Licey se ha convertido en una de esas excepciones.
Bonifacio cumplirá 39 años en abril próximo, pero antes de eso, está en medio de una campaña que pudiese terminarse ubicando como una de las mejores en su carrera en la pelota invernal dominicana. Durante todo el año y a pesar de enfrentar problemas de salud con una de sus piernas, el jardinero se ha mantenido produciendo de manera consistente a lo largo de toda la campaña, haciendo lo mismo en los primeros diez encuentros de la postemporada actual.
Durante la Serie Regular 2023-24, Bonifacio disputó 38 partidos en los que bateó para promedio de .319, porcentaje de embasarse (OBP) de .391 y slugging (SLG) de .369, buenos para un OPS de .760. Su OPS+ fue de 112. Remolcó 15 carreras y anotó en 27 ocasiones, mientras que tuvo 112 bases totales y robó 14 bases en 16 intentos. La última vez que el jugador tuvo números globales remotamente parecidos a estos, jugando al menos 30 partidos de serie regular, fue en 2008, es decir, hace aproximadamente 15 años.
Si nos detenemos a ver su rendimiento en el actual Round Robin, tras 10 partidos está teniendo una segunda etapa muy efectiva, siguiendo lo que hizo el año pasado cuando fue escogido como el Jugador Más Valioso de esta misma etapa, tras 16 encuentros. Por lo pronto, el jardinero es tercer en promedio de bateo con .333, tercero en empujadas con 8 y segundo en bases robadas con 4 (entre jugadores calificados), lo que habla de lo efectivo que se ha mantenido siendo por segundo año consecutivo.
Aún con 38 años, la velocidad que generan las piernas de Emilio Bonifacio lo hacen un verdadero peligro, pudiendo convertir batazos cortos en sencillos y robando bases de manera efectiva. Lo mismo a nivel defensivo, aunque el jugador no cuente con el brazo más poderoso de LIDOM, su capacidad de moverse en los jardiners le permite tomarse ciertas libertades que probablemente otro con menos condiciones no pueda. A nivel ofensivo, sigue siendo productivo y aún en tramos donde no batea de forma consistente, su capacidad de llegar a las bases se convierte en una amenaza para cualquier defensa, es justo reconocer eso.
Eventualmente, a todo atleta le llegará el tiempo de pensar en el retiro, incluso cuando muchos fanáticos señalan que esa hora ha llegado, solo el atleta decide cuándo y cómo tomará esa decisión. En el caso de Emilio Bonifacio, a sus casi 39 años, parecería que le queda bastante en el tanque, lo que aún lo mantiene siendo la “navaja suiza” de los Tigres del Licey.