Con un Canó encendido, la novena escarlata se impone a los Yankees, en el primer duelo de la histórica serie de pretemporada que se celebra en México.
MÉXICO -- Robinson Canó y Trevor Bauer se encargaron de armar el show para los Diablos Rojos. Un vuelacercas solitario por el prado derecho y dos impulsadas más del dominicano, así como tres ponches en tres capítulos por el estadounidense, llevaron a los Pingos a quedarse con el primero partido de la serie de pretemporada 3-4 ante unos New York Yankees que despertaron muy tarde en la Ciudad de México.
El experimentado toletero dominicano fue la figura ofensiva, al propiciar que la novena escarlata se quedara con el primero de los dos juegos de exhibición ante un pletórico Estadio Alfredo Harp Helú.
Pasaron 56 años para que ambas organizaciones se vieran las caras una vez más y la novena mexicana salió con un gran sabor de boca al superar a la franquicia más importante de las Grandes Ligas y una de las más emblemáticas del deporte mundial.
La apertura de Tanner Tully no resultó la más eficaz, pues la experiencia de Canó lo puso en desventaja en la baja del cuarto rollo. Mientras tanto, Trevor Bauer dominó en el montículo durante los primeros tres episodios de la batalla, con tres ponches y apenas dos pasaportes, en el marco de su debut con la franela de los Pingos.
Giancarlo Stanton, la gran figura de los Yankees, amenazó con su poder en la caja de bateo, pero no consiguió un contacto poderoso y se fue en blanco en tres turnos, con un ponche incluido.
Tully dejó el montículo y llegó Loáisiga al relevo. El nicaragüense lanzó una entrada y dos tercios, pero dejó dos carreras más en contra para los neoyorquinos. Japhet Amador impulsó a Canó a la registradora y de inmediato, Aquino mandó a Rondón a home para aumentar la ventaja.
El poderío ofensivo del México no se detuvo, pues en la baja del séptimo episodio, Canó apareció una vez más para mandar al Harper Gamboa para el plato y así llegó la cuarta carrera de la tarde.
El Harp Helú se prendió con el ‘Cielito Lindo’ y la fiesta fue total. Víctor González apareció en el montículo por los del Bronx y fue el único momento en el que la afición escarlata se rindió ante un pelotero de los Yankees. El mexicano lanzó un rollo y recetó un ponche.
Para el último capítulo, Ofreidy Gómez llegó a colgar el cero, pero se complicó en la labor luego de que el mexicano Jared Serna llegó a la inicial y mandó a Greg Allen a segunda. Carlos Narváez pegó un doble que impulsó a Serna y Allen al plato.
Cole Gabrielson pegó otro doblete productor y Narvaez dejó a los Yankees a una carrera de distancia, pero llegó el desenlace y los Diablos Rojos del México se quedaron con la victoria sobre los Yankees 3-4 en un duelo que quedará para la historia, pues como hace 56 años, volvieron a superar a los Mulos de Manhattan en suelo mexicano.