Alguien una vez dijo que Yordano Ventura era una nueva versión del gran Pedro Martínez y el lanzador dominicano de los Reales de Kansas City se lo creyó demasiado.
Con la misma actitud desafiante hacia los bateadores de Pedro, Ventura, sin embargo, ha sido inconsistente e indisciplinado, a diferencia de su compatriota, ya exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown.
Pero sin intentar esa comparación a todas luces absurda entre uno de los mejores serpentineros de las últimas décadas y un diamante en bruto que no se sabe en qué terminará, es innegable que Ventura tiene potencial y cuando se enfoca 100 por ciento en su trabajo, es capaz de sacar lo mejor de sí.
Como en la semana del domingo 12 al sábado 18 de junio, en que dominó a su antojo a los bateadores que enfrentó, cuando todavía no se habían apagado los ecos de la pelea en la que el también dominicano le propinó un contundente derechazo al rostro.
En los últimos siete días, Ventura realizó dos aperturas en las que completó en total 13.1 innings, con 11 hits permitidos y una sola carrera.
Propinó 15 ponches, regaló un solo pasaporte, su efectividad de 0.68 y en ambas ocasiones se apuntó la victoria a su cuenta personal.
Con esta faena, Ventura rebajó su efectividad de 5.32 a 4.54, todavía demasiado elevada para un lanzador que se supone sea de los mejores del actual campeón de la Serie Mundial.
Por cierto, que los Reales ganaron seis de siete juegos en la semana, gracias además, a un repunte ofensivo de varias de sus principales figuras, como el cátcher venezolano Salvador Pérez, el jardinero brasileño Paulo Orlando y el bateador designado cubano Kendrys Morales.
Pérez se fue de 28-14, para average de .500, con ocho carreras anotadas y nueve impulsadas.
Como extrabases disparó un par de dobletes y cuatro jonrones, para un promedio de slugging de 1.000.
Por su parte, Orlando ligó diez cohetes en 19 ocasiones, para average de .526, con dos anotadas y tres remolques.
Entre sus hits sumó un par de dobles y un triple, para slugging de .737.
Y Morales finalmente parece haber despertado después de dos meses en que su average apenas subió sobre la línea Mendoza.
En 23 turnos, el cubano bateó diez hits, para average de .435, con cinco anotadas y nueve impulsadas, dos dobletes y un jonrón como extrabases y slugging de .652.
Otro cubano que tuvo un buen despertar en los últimos siete días fue José Abreu, de los Medias Blancas de Chicago, quien en su tercera campaña en la Mayores ha estado lejos de la forma que exhibió en sus dos primeras temporadas.
Esta vez, Abreu bateó siete hits en 21 turnos, para average de .333, con cuatro anotadas y ocho remolques, un biangular, tres jonrones y slugging de .810.
E inmensa fue la semana del dominicano Edwin Encarnación, de los Azulejos de Toronto, quien se fue de 21-10 (.476), con 12 anotadas y ocho impulsadas.
La mitad de sus hits fueron extrabases, dos dobles y tres bambinazos, para slugging de 1.000.
Frío, frío
En sus 11 años de carrera en Grandes Ligas, posiblemente el derecho dominicano Ubaldo Jiménez no haya tenido una semana peor.
En dos aperturas apenas pudo sostenerse en la lomita por dos innings y dos tercios, en los que recibió castigo de diez imparables e igual cantidad de carreras limpias, para una efectividad de 33.75.
Y otro que se enfrió fue el novato Nomar Mazara, de los Vigilantes de Texas, quien ligó apenas dos hits en 28 turnos, para average de .071 y seis abanicados.