Una pandemia y otro capítulo de exceso de fuerza policial contra un hombre afroamericano se combinaron para convertir el ‘Día de Jackie Robinson’ del 2020 en el más inusual, y apropiado al mismo tiempo, desde que la oficina del comisionado de las Grandes Ligas del béisbol estadounidense (MLB) estableció la celebración.
Desde el 2004, la MLB ha festejado el 15 de abril para recordar el debut de Robinson con los Dodgers de Brooklyn en 1947, un hecho que marcó el fin de la segregación racial en el béisbol norteamericano moderno.
En la fecha, el personal de todos los equipos usa el No. 42 de Robinson, el único que está retirado universalmente en el béisbol.
En 10 temporadas en las ligas mayores, todas con los Dodgers, Robinson acudió a seis ediciones del Juego de Estrellas, ganó el Novato del Año en su debut y el Jugador Más Valioso dos años más tarde. En 1962 fue electo al Salón de la Fama de Cooperstown y una década después falleció a los 53 de edad.
El legado de Robinson supera cualquiera de sus estadísticas y es por ello que el número de su camiseta fue sacado de circulación de forma universal por el béisbol en 1997. Luego se instauró un día fijo en su honor.
Pero la la pandemia del coronavirus, que con 24.5 millones de contagios y más de 830 mil muertes en ocho meses podría ser considerada igual de nefasta como el racismo para la raza humana, frustró el homenaje al primer negro de MLB y atrasó el inicio de una singular temporada-- sin fanáticos en las gradas y recortada a 60 juegos-- hasta la última semana de julio.
Cuando anunció un nuevo calendario, junto a un estricto protocolo de salud y seguridad, la MLB también informó que las festividades por el Día de Jackie Robinson se realizarían el viernes 28 de agosto, una fecha que está bien ligada a la vida del ex pelotero y líder de los derechos civiles de los afroamericanos.
El 28 de agosto marca el aniversario de la Marcha en Washington en 1963, que lideró el pastor Martin Luther King y en la que participaron Robinson y otros destacados afroamericanos, así como del día de 1945 en que se reunieron por primera vez el presidente y gerente general de los Dodgers, Branch Rickey, y Robinson para discutir su futuro en las Grandes Ligas.
"Nunca me había sentido tan orgulloso de ser negro. Nunca me había sentido tan orgulloso de ser estadounidense", dijo Robinson tras la marcha por la capital.
La atrasada celebración llega justo después de que el béisbol pospusiera 10 partidos entre miércoles y el jueves, como parte de las protestas de los deportistas de las principales ligas norteamericanas por el tiroteo que sufrió Jacob Blake a mano de la policía el domingo en Kenosha, Wisconsin.
"Ser un hombre negro en Estados Unidos no es fácil", dijo el miércoles, ahogado por las lágrimas, el jardinero Dominic Smith, uno de dos afroamericanos en el roster de los New York Mets.
El jueves en el Citi Field de Queens, los Miami Marlins y los Mets entraron a terreno de manera normal, pero sin previo aviso se unieron en un acto simbólico, guardando silencio antes de abandonar el campo y obligar a la posposición del encuentro.
Alineados frente a sus respectivas casetas, los miembros de los Marlins y los Mets protestaron silenciosamente por 42 segundos, un poderoso mensaje de súplica por compasión, pero también de recordación a Robinson.
"Quisimos mandar un mensaje de la unión que hay entre los jugadores y de que estamos cansados de ver todo que está pasando. Como compañeros de Dominic y de Billy Hamilton quisimos mandar un mensaje", dijo el intermedista dominicano de los Mets Robinson Canó, cuyo primer nombre lo lleva en honor a Jackie Robinson.
"No importa de que país venga, cual se tu raza, todos merecemos respeto. Todos somos iguales", dijo Canó.
En el grupo estaba Luis Rojas, el mánager novato dominicano de los Mets. Rojas es hijo del legendario ex pelotero y manager de Grandes Ligas Felipe Alou, sobrino de los ex jugadores Mateo y Jesús y hermano de Moisés, un jardinero seis veces Todos Estrellas que se retiró con el uniforme de los Mets en el 2008.
"He escuchado bastante historias desde que tenía una corta edad sobre cuando mi papá comenzó a jugar pelota, cuando llegó al país y todas las cosas que tuvo que pasar en algunos pueblos y hasta jugando en Grandes Ligas, y de verdad son historias impactantes de como estaba expuesto el racismo en esos tiempos y las vivencias que tuvo", dijo Rojas a ESPN Digital.
"Es increíble ver que eso está pasando todavía, quizás no al grado de antes, pero sigue ahí", agregó el piloto de 38 años.
"Estar ahí afuera y ser parte de una protesta usando la plataforma del béisbol junto a los muchachos me hizo pensar en todas las historias que me han hecho mi padre y mi familia sobre esos tiempos pasados y estoy orgulloso de que los muchachos estén usando la plataforma para dar su opinión y decir decir que estamos en contra totalmente del racismo y la injusticia y de todo lo que está pasando, que es más grande que el béisbol que ahora mismo", dijo Rojas.
La jornada especial del viernes está compuesta por 17 encuentros, incluyendo tres carteleras dobles. Los dos equipos de La Gran Manzana, Mets y New York Yankees, juegan en el Citi Field.
El relevista dominicano Dellin Betances, quien firmó contrato de un año con los Mets como agente libre en el invierno tendrá la oportunidad de enfrentar a su antiguo equipo, lo que en otro momento sería uno de los atractivos de la jornada.
"Hay momentos en que el béisbol pasa a un segundo plano", dijo Betances. "Queremos dejar un mensaje positivo para la gente. Tratar de ayudar unos a los otros para que esto mejore", agregó.