Un repaso a la mejor operación, la transferencia sorpresa, qué se viene en las próximas semanas en las Grandes Ligas.
Comenzamos el 2024 y estamos a pocos meses de la nueva temporada del Béisbol de Grandes Ligas. Vimos algunos movimientos llamativos en la primera mitad del mercado (¿se enteraron de que Shohei Ohtani firmó un contrato por $700 millones?) y muchas contrataciones menores. Sin embargo, todavía quedan muchas estrellas de la pelota mayor disponibles en el mercado, y muchos equipos tienen vacíos por cubrir. ¿Qué transacciones fueron de nuestro agrado? ¿Cuáles nos dejaron con más preguntas que respuestas? Pedimos a nuestros expertos de ESPN que nos dieran sus opiniones… e hicieran un pronóstico para las operaciones que faltan por concretar.
¿Cuál es tu movimiento favorito en lo que va de mercado?
Bradford Doolittle: Debo dejar en claro que no considero que este sea el mejor movimiento, ni el que ha causado mayor impacto. Simplemente es el que me ha gustado más. Y, siendo alguien que lleva mucho tiempo con afinidad por la vida en el centro del continente, no me emociona mucho ver que los mejores jugadores de este deporte se concentren en Nueva York y Los Ángeles. Por eso, mi transacción favorita del invierno fue el cambio producido este viernes entre Boston y Atlanta, con el pitcher Chris Sale yendo a los Braves con un maletín lleno de billetes (Así manejan la parte de los cambios relacionada con el efectivo, ¿cierto?) a cambio del infielder Vaughn Grissom. A pesar de que Grissom aún no es ligamayorista establecido, éste es un cambio legítimo entre dos equipos que buscan ganar la próxima temporada, que adquieren peloteros que les ayuden a lograrlo. Es cierto: el dinero fue una parte importante de la fórmula para ambas partes, pero existen múltiples ángulos que convirtieron a este canje entre peloteros en una transacción fascinante para analizar. Desearía ver un cambio así todas las semanas.
Alden González: Si bien toda la atención se ha centrado esta temporada baja en Los Angeles Dodgers (y con toda razón), dedicaré este momento para celebrar a otro equipo de la División Oeste de la Liga Nacional: los Arizona Diamondbacks, ya saben… ¿la novena que barrió a los Dodgers en la Serie Divisional del año pasado? Arizona es un equipo de mercado pequeño que pudo haber seguido tranquilamente el mismo camino de otras organizaciones, aprovechando la incertidumbre relativa a sus contratos de transmisiones televisivas con cadenas deportivas regionales (RSN, por su abreviatura en inglés) para reducir costos. Por el contrario, los Diamondbacks capitalizan su sorpresiva clasificación a la Serie Mundial duplicando la apuesta por su núcleo joven. Eduardo Rodriguez (que ganará $80 millones durante los próximos cuatro años) es una gran incorporación para apoyar a Zac Gallen y Merrill Kelly en la rotación. Lourdes Gurriel Jr. (que volvió firmando un contrato por tres años y $42 millones) y Eugenio Suarez (adquirido a unos Seattle Mariners que no actúan con la agresividad que deberían tener) aportan dos bates diestros de poder muy necesarios para fortalecer la alineación ofensiva. Y quizás no han cerrado su mercado.
Jesse Rogers: La llegada de Ohtani a los Dodgers es una respuesta demasiado fácil. En vez de irme por lo seguro, elegiré a la transacción que los Dodgers concretaron después, consolidándose como los New York Yankees de la era moderna. El arribo del lanzador Yoshinobu Yamamoto junto a Ohtani fue una operación maestra, similar a aquellas que caracterizaban a George Steinbrenner en Nueva York. La mención honorífica va a los Yankees por la contratación de Juan Soto. El gerente general Brian Cashman tiene varios años con la misión de incluir un zurdo peligroso y después de rotar con nombres como los de Joey Gallo y Matt Carpenter, finalmente ha encontrado un bate siniestro capaz de equilibrar su alineación. Los Yankees llegan al 2024 con buenas probabilidades a la ofensiva, algo que no tuvieron durante las últimas temporadas a pesar de la presencia de Aaron Judge y toda su grandeza.
David Schoenfield: Sí. Mejor no pensemos demasiado: es Ohtani y especialmente la estructura de su contrato, con todos los pagos diferidos que permitieron a los Dodgers salir al mercado, firmar a Yamamoto y traer a Tyler Glasnow por la vía del canje (para luego concretar una cuantiosa extensión contractual con el diestro). Sí, lo sé, hablamos de un poco más de mil millones de dólares y no podemos desestimar los riesgos que esto conlleva, pero hablamos de dos tentativos ases del pitcheo y eso será antes de que Ohtani se incorpore a la rotación en 2025. Asimismo, me encanta ver que los Boston Red Sox entregaron a un Sale propenso a las lesiones a cambio de seis años de Grissom, que parece convertirse en un bateador montado en el potro de los .300 como primero de la alineación y que debería adaptarse muy bien como segunda base titular.
¿Qué operación te dejó perplejo?
Doolittle: La contratación de Erick Fedde por los Chicago White Sox. No estoy criticando a los Medias Blancas, porque no fue el único equipo ansioso por firmar a Fedde. Y su contrato (dos años, $15 millones) es una ganga, incluso si lo único que hace es pitchear lo suficiente como para mantenerse en uno de los últimos puestos de la rotación y comer algunos innings. Por el contrario, si Fedde logra una actuación cercana a su efectividad de por vida (5.41) y WAR en Grandes Ligas (casi precisamente a nivel de reemplazo), será un contrato malo: deberías conseguir cualquier cantidad de pitchers en Ligas Menores y/o waivers capaces de producir algo similar. Me desconcierta que un pelotero con un historial bastante extenso, eh, sin tener éxito pueda regenerarse en el mercado por solo una temporada (por muy dominante que sea) en la liga coreana. Apoyo a Fedde porque su historia es genial, y lo que realmente me deja perplejo es mi confusión personal. Si Fedde tiene éxito, será una lección en… algo.
González: La razón quedó mucho más clara en las semanas posteriores, pero estaba legítimamente sorprendido al conocer (en la primera noche de las reuniones invernales) que los Mariners habían entregado a Jarred Kelenic a los Braves, utilizando el que fuera su cotizado prospecto de los jardines sobre todo para desprenderse de los contratos de Evan White y Marco Gonzales. Fue un batacazo que marcó la pauta de la temporada baja en el T-Mobile Park (al menos, en lo que va de mercado). Seattle es un equipo incipiente que deberá fortalecer la parte alta de su roster si quiere competir en el Oeste de la Americana con equipos tales como los Texas Rangers, el campeón defensor que podría incluso mejorar este año, y unos Houston Astros que han participado en siete Series de Campeonato de la Liga Americana consecutivas y que en 2024 contará prácticamente con la totalidad de su roster de 2023. Para lograrlo, los Mariners necesitan desesperadamente incorporar bateadores de poder. Hasta ahora, han negociado a Kelenic y Eugenio Suarez, declinaron extender la oferta calificada que le correspondía a Teoscar Hernandez y, hasta donde sabemos, no se metieron en las pujas por Soto, Ohtani o Jung Hoo Lee. Todo parece indicar que intentarán mejorar marginalmente, a pesar de que su presidente de operaciones de béisbol Jerry Dipoto es totalmente capaz de dar algunas sorpresas. Aparentemente, su nómina se mantendrá cercana al nivel salarial del torneo pasado.
Rogers: A mí me dejó perplejo un equipo que no ha hecho un solo movimiento para reforzar su roster de Grandes Ligas esta temporada baja: los Chicago Cubs. Quizás sea cuestión de tiempos (hay muchos peloteros que siguen disponibles en el mercado y las transacciones no tardarán en concretarse); sin embargo, ya cambiamos de almanaque y los Cubs no han firmado ni cambiado un solo pelotero. Ni uno. Luego de la contratación de Craig Counsell como manager, muchos creían que los oseznos no tardarían en moverse. Pero la organización ha indicado que está atascada en el medio: su base decente de prospectos está todavía a un año de hacer aportes importantes. Pero un equipo que sumó 83 victorias (en una división accesible) necesita infielders a las esquinas y un pitcher para mantenerse competitivo. El tiempo corre.
El lanzador de 25 años, con un contrato por 12 años y 325 millones de dólares, portará el número 18.
Schoenfield: Lo hecho por los Cincinnati Reds de forma colectiva, firmando a Jeimer Candelario, Frankie Montas, Nick Martinez y Emilio Pagan por un total de $53 millones en sueldos para 2024. Cierto, criticamos a equipos de mercado pequeño como los Reds por no gastar y aquí están, finalmente han firmado agentes libres… para decir que no nos gustan sus transacciones. La verdad es que no me gusta mucho este grupo. Mientras que estos cuatro peloteros sumaron 5.8 WAR en 2023 (con Montas lesionado y una sola aparición como relevista), solo acumularon 2.4 WAR en 2022. Candelario es una elección extraña para un equipo que ya tenía profundidad en su cuadro y cuyas estadísticas de bateo en 2023 no fueron las mejores (su promedio de bateo esperado es .236); Pagan es un relevista de elevados que se muda a un paraíso de jonrones. Si Montas se mantiene sano y recupera su nivel del 2021, quizás se convierta en una ganga, pero creo que los Reds pagarán $53 millones por cerca de tres triunfos en 2024. Ojalá me equivoque, porque me encantaría ver a los Reds compitiendo por el título en el Centro de la Nacional… pero con $53 millones deberían adquirir al menos un pelotero estrella.
¿Cuál será la próxima operación?
Doolittle: Al igual que Jesse, también me di cuenta de la sequía de adquisiciones de los Cubs, y no puedo imaginar que se mantendrá por mucho tiempo. Por eso, la próxima operación será un movimiento de los Cubs… cualquier movimiento. Consideré que la contratación de Counsell fue un golpe de genialidad (aunque tuvieron un poco de sangre fría). En su momento, escribí que “En el primer día del mercado de agentes libres, cuando los peloteros disponibles ya pueden firmar con nuevos equipos, los Cubs concretaron el que quizás sea el movimiento de mayor impacto del invierno”. Hemos visto cómo esta temporada se han producido algunas operaciones de inmensa magnitud y no estoy seguro de que mantengo esa opinión, pero sí sé esto: Cuando redacté esa nota, ciertamente no me esperaba que fuera la única transacción de los Cubs en esta temporada baja. En estos momentos, los Cubs no han firmado agentes libres de Grandes Ligas ni han hecho canje alguno para incluir peloteros de Grandes Ligas en su roster. El resto de los equipos han hecho al menos algo. Estoy seguro de que el presidente de operaciones de béisbol Jed Hoyer y su staff han intentado ubicarse en la posición apta para hacer algún movimiento importante, y su nombre ha figurado en rumores que han girado en torno a algunas de las figuras más relevantes del mercado. Pero el resultado definitivo es éste: en lo que a peloteros se refiere, los Cubs tienen cero patatero. Espero que eso cambie, y pronto.
González: Esto es más que todo una corazonada, pero no me sorprendería ver que Blake Snell, Josh Hader y Cody Bellinger sigan siendo agentes libres por un poco más de tiempo. Todos están buscando cheques jugosos, y no sé si esa clase de dinero esté actualmente disponible para ellos. En ese sentido, mi pronóstico va con Yariel Rodríguez, el diestro cubano de 26 años con un repertorio de alto calibre y que podría encajar con cualquier equipo, bien sea como abridor o relevista. El pasado viernes, nuestro compañero Enrique Rojas informó que los Toronto Blue Jays habían tomado la delantera para firmarle. Es probable que los seguidores del béisbol en Estados Unidos no estén familiarizados con su nombre, pero él (y otro pitcher internacional, el zurdo japonés Shota Imanaga) podrían convertirse en adquisiciones de buen valor para sus nuevos equipos. Al inicio de la temporada baja, el analista de ESPN Kiley McDaniel proyectó que Rodríguez e Imanaga firmarán contratos por cuatro años valorados en $30 millones y $68 millones, respectivamente.
Rogers: La respuesta fácil es Imanaga, considerando que su ventana para negociar está a punto de cerrarse. Tiene una semana para decidir dónde quiere lanzar y cuando tome su decisión, el mercado de pitcheo empezará a moverse. Es probable que las figuras de mayor perfil se tarden un poco en encontrar nuevos equipos, pero los pitchers empezarán a salir del mercado. La firma de Imanaga también debería activar el mercado de cambios, permitiendo así a los equipos hacer sus últimos esfuerzos para contratar a lanzadores de la talla de Dylan Cease y Shane Bieber.
Schoenfield: Snell, Jordan Montgomery y Bellinger son clientes de Scott Boras, y éste no teme a llevar las negociaciones hasta el inicio de los campamentos primaverales. Sin embargo, todo parece indicar que los Giants están desesperados por hacer inversiones que vayan más allá del center fielder Jung Hoo Lee; por eso, pienso que van a tirar de chequera para firmar a Snell. Es una apuesta arriesgada, considerando los resultados inconsistentes de Snell y la durabilidad que éste ha demostrado a través de su carrera, pero los Giants se encuentran una posición en la que deben apostar a lo grande y Snell es la pieza apropiada para ello, con dos premios Cy Young en su haber.