Randy Arozarena soñaba con ser futbolista antes de brillar en el beisbol con los Rays, así la historia del jardinero cubano
MÉXICO -- Randy Arozarena Gonzáles, jardinero cubano que brilla en las Grandes Ligas con los Tampa Bay Rays, soñaba con ser futbolista; seguía a Cristiano Ronaldo y al Real Madrid, pero en 2016 el destino lo puso en México para iniciar una carrera profesional como beisbolista.
La historia de Randy Arozarena, de 25 años, la cuenta su hermano Raico Arozarena Gonzáles (23), portero que en los dos recientes años jugó en Venados de Mérida, en la Liga de Expansión, y ahora le presta sus servicios a Cafetaleros de Chiapas, en la Liga Premier.
“Randy empezó a jugar en México con los Mayos de Navojoa antes de llegar a las Grandes Ligas y gracias a Dios y a él la familia tuvo la oportunidad de empezar acá en México una nueva vida”, afirma a ESPN Digital Raico Arozarena Gonzáles.
“Las cosas en Cuba son un poco complicadas en la forma de vivir, en la economía, pero se abrió la oportunidad de trabajar acá. En mi país hay muchas personas que les gustaría salir de Cuba para vivir bien. Randy quiso que todos estuviéramos con él; se tramitaron los permisos y en 2017 llegamos a Mérida mi mamá, mi hermano menor Roni y yo”, continúa Raico.
Para ese tiempo, Randy ya había sido contratado por los Toros de Tijuana. “Él vino a probarse como todo jugador que empieza y se quedó. A mí también me tocó estar en una visoría; yo pedí la oportunidad en Venados de Mérida, cuando Daniel Rosello era directivo del club y el entrenador era Bruno Marioni. Por cuestión de papeles tuve que entrenar seis meses y después ya pude jugar”.
El gusto por el deporte entre los hermanos siempre existió y a decir de Raico prácticamente intercambiaron las profesiones.
“El deporte favorito de Randy es el futbol y el mío el beisbol; en su infancia él jugó mucho futbol pero le vio más posibilidades al beisbol y ahí se quedó; creo que eso muchos no lo saben. Luego cada uno fue agarrando otro camino”, afirma Raico y revela que “a los dos nos gusta mucho como juega Cristiano y nuestro equipo favorito es el Real Madrid. Randy todavía se echa sus partiditos de futbol”.
De chico, Randy jugó beisbol en un equipo de Pinar del Río y en dos ocasiones representó a Cuba en torneos internacionales en las categorías de 15-16 años. Por su parte, Raico empezó como delantero y antes de los 15 años se decidió por la portería y pudo jugar en los clubes Pinar del Río y en Isla de la Juventud; luego fue seleccionado nacional Sub-20.
“Randy siempre quiso venir a México porque acá hay mucho beisbol y había más posibilidades de llegar a las Grandes Ligas, que era su plan. Él tomó la decisión de cambiar su vida y también nos la cambió a nosotros, pues ya no estaba mi papá, quien falleció en 2014”, agregó Raico, quien señala que México ha significado mucho en la familia porque empezaron a desarrollarse en el deporte que les hizo progresar.
Raico afirma que “tuvimos un cambio total en nuestra vida. Se siente mejor acá; México es mejor. Las culturas son parecidas y por eso nos adaptamos más rápido. La situación económica cambió mucho; acá tienes la oportunidad de tener muchas cosas y en Cuba casi no tienes nada en cuento a lo material”.
La familia cumplió su objetivo de mejorar en todos los sentidos y ahora que Raico ve a Randy triunfar en Estados Unidos “me da mucho gusto; siempre imaginé que estaría en las Grandes Ligas porque lo decía y confío mucho en él. Prometió que llegaría alto, que iba a ser el mejor. Cree mucho en él mismo”.
El lugar de reunión de la familia siempre es Mérida y aunque hace como seis veces no se juntan, Raico señala que su hermano siempre está presente y más ahora que hace historia con el bat en la Serie de Campeonato. “Le quiero decir que lo amo mucho y él lo sabe, y que me hace muy feliz que le esté yendo súper bien y así seguirá, primero Dios”.
Por lo pronto, Randy Arozarena está a dos juegos de llegar a su primera Serie Mundial con los Tampa Bay Rays, instancia en la cual se encuentran gracias en gran medida a lo que hizo el toletero cubano ya que ante una de las nóminas más poderosas de la MLB, los New York Yankees, se desató para .421 de porcentaje de bateo en 19 turnos oficiales, mismos en los conectó tres vuelacercas solitarios.