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Las lecciones que Águilas Cibaeñas deben tomar de Toros del Este para ganar la Serie del Caribe

Los Toros del Este mostraron el mejor camino para ganar la Serie del Caribe. LIDOM

La misión de las Águilas Cibaeñas será la de revalidar la corona obtenida por la República Dominicana en la Serie del Caribe 2020, mientras buscan ubicarse solos en el segundo puesto histórico detrás de Tigres del Licey

Las Águilas Cibaeñas regresan a la Serie del Caribe en representación de República Dominicana, luego de haber ganado una apretada serie final en contra de los Gigantes del Cibao, la cual tuvo que disputarse siete partidos para definirse. La participación del conjunto cibaeño, en defensa de la corona de campeones obtenida en el 2020 por Toros del Este, marca el regreso del conjunto al escenario de la Serie del Caribe luego de dos años de ausencia.

La República Dominicana disputó cinco finales de Serie del Caribe durante la pasada década, sin embargo, únicamente pudo alzarse con el campeonato en tres oportunidades, existiendo un hueco de siete años en que el seleccionado no logró la copa. Sin embargo, los Toros del Este trazaron un plan para romper con la sequía que las Águilas Cibaeñas deben considerar para la conformación de su equipo y para la revalidación del título caribeño.

La primera lección es relativa a la formación del cuerpo de lanzadores. Los Toros del Este llevaron un equipo con una considerable cantidad de lanzadores, lo cual pagó dividendos. Fueron uno de los equipos que menos carreras permitió, otorgando cuatro vueltas en dos encuentros. En total, el cuerpo de serpentineros toleró 17 vueltas (entre fase clasificatoria, semifinal y final) para una efectividad de 3.91, la segunda más baja entre los cuatro equipos que alcanzaron al menos la semifinal.

Tomando en cuenta que en esta oportunidad todos los partidos se jugarán en días consecutivos, sin descansos y ante la amenaza que representa el COVID-19, hace mucho sentido que el grueso del roster del equipo esté conformado por lanzadores.

La segunda lección es la de conformar un equipo que no dependa de cuadrangulares para generar carreras. Esto no debería ser un problema para las Águilas, quienes en términos generales no fueron un equipo ofensivo durante toda la temporada invernal dominicana. Sin embargo, si fueron un equipo oportuno, lo cual se probó durante la serie final en contra de Gigantes del Cibao, donde con hombres en posición de anotar dispararon 13 hits (38 turnos), para un promedio de .342, remolcando 20 carreras. En general, terminaron bateando para .304 con hombres en las bases y remolcaron 10 carreras luego de dos outs, lo que demuestra que, a pesar de no generar tanta ofensiva durante el torneo, sí fueron más efectivos.

En torneos cortos, donde cada partido tiene consecuencias, resulta más importante mover corredores que depender del poder, a pesar de que las características del estadio Teodoro Mariscal se prestan para un gran número de vuelacercas (325 pies por los jardines izquierdo y derecho).

Una última lección de importancia es el valor de la defensa. Los Toros ganaron cuatro de seis partidos con una ventaja de dos o menos carreras, lo que quiere decir que una defensiva que acompañe la labor de los lanzadores es vital en este tipo de torneos. Cada error puede significar una ventaja para el contrario. Dominicana fue el mejor equipo defensivo de la Serie del Caribe 2020 con tan solo un error en seis partidos.

El patrón para ganar un torneo tan corto ha sido trazado por otros equipos durante la historia de la Serie del Caribe, pero lo realizado por Toros del Este es un recordatorio claro de que hacer las pequeñas cosas de forma correcta, puede llevar a las Águilas Cibaeñas al campeonato número 21 de Serie del Caribe para República Dominicana.