Aunque las negociaciones entre Robinson Canó y los Yankees de Nueva York lucen complicadas, el beneficio de un acuerdo que retenga al jugador en la Gran Manzana por el resto de su carrera sería mutuo y es difícil imaginarse al intermedista dominicano en otro uniforme que no sea el de rayas.
Los Yankees necesitan a Canó como eje en torno al cual reconstruir un equipo que se envejeció y es hora de renovarlo de manera contundente.
Canó, como se esperaba, rechazó la oferta calificatoria de 14.1 millones, lo cual no significa necesariamente que las puertas de un pacto multianual con Nueva York se hayan cerrado.
El dominicano es uno de los peloteros más completos de todas las Grandes Ligas, aunque con tendencia a la pereza, dejando siempre esa sensación de que no explota sus condiciones en toda su potencia.
El gerente general, Brian Cashman, ha tratado de endulzarlo con frases enriquecedoras de su ego, prometiéndole que podría convertirse en el primer dominicano en ver su número retirado en el Monument Park, esa suerte de salón de inmortales de los Yankees.
Y nadie duda que lo logrará, de decidirse a pasar toda su carrera en el Bronx.
Asimismo, el equipo cree que el rapero Jay-Z, gran fanático de los Yankees y de quien Canó es cliente, podría jugar un papel fundamental en convencer al intermedista quisqueyano a permanecer en la Gran Manzana.
El problema es el precio que Canó (y sus agentes) están pidiendo por sus servicios.
El pelotero quiere 305 millones por diez años, una cifra que lo convertiría en el mejor pagado de toda la historia, mientras que varias fuentes citan en unos 200 millones y siete temporadas la oferta del equipo para retenerlo.
Canó se sabe el mejor agente libre disponible en el mercado en este invierno y como tal se ha sentado a pedir, aunque difícilmente convenza a los Yankees o a cualquier otro equipo de pagarle semejante cifra.
En primer lugar, porque se trata de un pelotero de 31 años, lo cual fijaría en 41 su edad para cuando concluya un pacto por diez campañas.
Y en segundo lugar, porque la historia ha mostrado más prponto de lo que se pensaba que esos megacontratos como los de Alex Rodríguez, Albert Pujols, Prince Fielder y Joey Votto son un rotundo fracaso, que hace que los peloteros se acomoden y dejen de entregarse en cuerpo y alma al juego.
Por lo pronto y anticipando cualquier descarrilamiento en las negociaciones, el equipo ya inició un acercamiento con el agente libre Brandon Phillips, ganador de cuatro Guantes de Oro en ocho temporadas con los Rojos de Cincinnati, incluida la del 2013, en la que consiguió 103 impulsadas, cifra máxima de su carrera.
El invierno pinta para largo para los Yankees, que dependen de la decisión final en el caso de Rodríguez para organizar mejor sus movidas en pos de la reconstrucción del equipo, de la cual Canó debe ser parte esencial.