Los Reales de Kansas City ganaron su primer partido fuera de Kauffman Stadium para tomar una ventaja de 2-1 en la Serie Mundial sobre los Gigantes de San Francisco con una heroica labor monticular de Jeremy Guthrie para apuntarse un triunfo por 3-2 y la omnipresencia de Alcides Escobar, quien comenzó el partido con un doble y anotó dos carreras para ser el héroe ofensivo de los Reales.
Pero mirando hacia atrás y pensando en el futuro, el ingrediente de la fórmula de los Gigantes que ha estado ausente en lo que va de esta serie, y en efecto, en toda esta postemporada, ha sido Buster Posey, quien extendió su racha de turnos al bate sin hits extra bases a 57 y quien una vez más fue el gran ausente en el momento en el cual los Gigantes más lo necesitaban.
En la parte baja de de la sexta entrada, los Gigantes tuvieron su más importante oportunidad para tomar control de la serie, pero todo se quedó en nada debido a que, una vez más, Posey no pudo dar el hit en el "clutch".
Los Gigantes comenzaron esa sexta entrada abajo 0-3 y tras un sencillo de Brandon Crawford para comenzar la entrada, Michael Morse, con otro hit salvador como bateador emergente, impulsó a Crawford con un doble y luego de una base por bolas a Gregor Blanco, los Gigantes tenían todos los ingredientes para una gran entrada -- similar a los ingredients que los Reales tuvieron en la sexta entrada del Juego 2, en la cual Kansas City anotó cinco carreras para abrir el partido.
Joe Panik movió a los corredores a tercera y segunda, con un out y como todos los textos de béisbol indican, dejando la mesa servida para Posey, quien procedió a pegar una inofensiva roleta, que aunque anotó a Morse, dejó a Blanco en tercera con dos outs. En el próximo turno, Pablo Sandoval pegó una roleta a primera base para terminar la entrada y la amenaza de los Gigantes.
En la novena entrada, Posey nuevamente abrió la entrada contra el taponero de los Reales, Greg Holland, solo para pegar un inofensivo bombito al jardín izquierdo y eliminar toda posibilidad de un rally mayor para ganar el partido.
De hecho contra Hollando hubiera sido una orden difícil de llenar dado al hecho que ha permitido solo cuatro hits en toda la postempordada, pero no le quita al hecho de que los Gigantes, si es que van a hacer algún tipo de daño en esta Serie Mundial, necesitan que Posey reviva la forma que le ganó un premio al Novato del Año en el 2010 y el premio al Jugador Más Valioso en el 2012.
Para los que tengan memoria corta, Posey fue la bujía que llevó a los Gigantes a la Serie Mundial del 2012 con un Grand Slam contra los Rojos de Cincinnati y en el Juego 4 de la Serie Mundial pegó un cuadrangular de dos carreras contra Max Scherzer que acabó siendo el hit que definió la barrida que los Gigantes le propinaron a los Tigres de Detroit para ganar el campeonato.
En esta Serie Mundial Posey ha estado ausente y aunque ha bateado para un respetable .268 en la postemporada, en esta serie tiene dos sencillos en 13 turnos, ambos viniendo sin hombres en base y en situaciones poco importantes.
La ofensiva de los Gigantes está construida alrededor de Posey y sin ese bate presente en situaciones claves las posibilidades de San Francisco contra un equipo que aprovecha todo lo que se le pone al frente están severamente limitadas.
Si es que los Gigantes van a amenazar a esta máquina de los Reales, Posey tiene que ser un protagonista.